Educación: ¿Cómo facilitar a los niños la vuelta al cole?
El título de este post lleva a pensar que son solo los niños pequeños quienes vuelven al cole, pero creo que no son los únicos que pueden sentir cierta pereza a la hora de cambiar sus hábitos veraniegos. Las pautas que hoy compartiremos también nos pueden resultar útiles (con sus adaptaciones correspondientes) a la hora de aplicarlo a otras edades, adolescente, jóvenes o incluso adultos que después del verano podemos sentir que nos toca volver “al cole”. Para mí pasa el tiempo y curiosamente siento que mis años laborales empiezan en septiembre…¡cuando tocaba volver al cole, al instituto o a la Universidad!
No obstante, os daremos pautas descritas para un mundo “más pequeño” y a partir de ahí puedes hacer tus propias adaptaciones de aquellas que te puedan resultar útiles.
PAUTAS PARA HACER MÁS POSITIVA LA VUELTA AL COLE:
1. Cambiar horarios de forma progresiva: durante las vacaciones tendemos a llevar unos horarios que difieren bastante de los habituales (nos levantamos más tarde, comemos más tarde, dormimos siestas, nos acostamos más tarde, etc.). Sería útil que antes de volver a los horarios más rígidos que nos exige la escolarización, vayamos haciendo día a día adaptaciones progresivas al nuevo ritmo que tendrán que seguir.
2. Mantener la parte bonita del verano: no es necesario crear una disrupción total entre lo que es el verano y lo que es la vuelta al cole. En aquellos lugares en los que tenemos la suerte que el tiempo acompaña, podemos aprovechar para continuar haciendo actividades veraniegas como ir a la playa, disfrutar de la piscina, pasear en bici, tomarnos un helado o continuar jugando y disfrutando de nuestras aficiones.
3. Volver a familiarizarse con actividades del colegio: puede resultar muy útil conectar siempre que se pueda durante el verano con tareas como leer, escribir, aprender, estudiar, descubrir, etc. Todo ello se puede hacer de forma agradable, divertida, a través de experimentos y situaciones que nos lleven al disfrute. Es una bonita forma de resignificar todo aquello que se hace en un espacio de aprendizaje.
4. Centrarse en lo positivo de la “vuelta al cole”: parece que en algunos momentos nos centramos solo en aquello que no nos gusta de una opción sin poner atención en todas aquellas cosas positivas y disfrutables que implica. Es bueno en este punto reflexionar sobre ambos extremos y recordar con fotos, canciones, manualidades y recuerdos la parte buena de volver a ese espacio.
5. Hablar directamente de si les apetece volver o no al colegio: esto nos permite de forma muy sencilla descubrir sus miedos, sus reticencias, aquello que de alguna manera les puede limitar los primeros días y con ello les podemos ofrecer todas aquellas herramientas que puedan necesitar para esa vuelta al cole.
6. Hacerles partícipes de rutinas que les den cierta estabilidad: aunque nos guste la novedad, el descubrimiento y las sorpresas, el ser humano también necesita tener cierta estabilidad por lo que es útil crear con ellos durante estos días rutinas que les acostumbren justamente a llevar rutinas, valga la redundancia. Por ejemplo, podemos hacerles partícipes en la creación de una lista de compra para ir al supermercado cada día y comprar lo previsto, ayudarles a ordenar sus espacios, etc.
7. Acercarse al espacio donde van a pasar muchas horas: es útil no esperar el día X para volver a acercarse al cole. Días antes puedes pasear cerca del lugar, sentir el espacio, los olores, colores, los ruidos que se escuchan desde el mismo, los cambios que ha vivido en ese tiempo,…y de este modo le adelantamos trabajo a nuestros sentidos.
8. Reconectar con las personas con quien compartiremos el espacio de aprendizaje: una forma de hacer más progresiva la vuelta al cole sería intentar quedar con el/la profe que van a tener y con sus compañeros de clase de forma que esto provoque el recuerdo de los buenos momentos.
9. Crear un plan de actividades para las tardes o noches que de algún modo les ilusione: sería útil que ellos mismos ayuden a crear el plan de acciones que vais a seguir durante las tardes. El cole empieza pero no tienen por qué paralizarse las actividades que compartimos con ellos. Atendiendo a nuestra disponibilidad horaria, les podemos pedir que sean ellos quienes decidan cómo vamos a ocupar esos tiempos libres.
10. Hacer una adaptación progresiva (siempre que se pueda): siempre que nos lo permita el sistema en el que están, podemos crear una adaptación progresiva al cole, es decir, dedicar menos horas los primeros días y aumentarlas de forma progresiva.
11. Programar nuevas vacaciones, nuevos viajes, nuevos retos: algo que nos mantiene muchas veces motivados en la vida además de disfrutar del presente puede ser el planificar nuevos destinos, nuevas vacaciones y saber que en algún momento volveremos a enriquecernos de esos momentos. El simple proceso de crear un nuevo destino u objetivo y empezar a investigarlo con tiempo por delante, puede ser muy agradable y sin duda una pauta más para hacer más bonita esa “vuelta al cole”.
¡Bienvenida, VUELTA AL COLE!