¿Educación de calidad es sinónimo de educación para la vida?
Hace ya muchos años, específicamente 25 años de mi vida, que he pasado estudiando en centros educativos, nacionales e internacionales para convencerme de la mediocridad que existe en nuestros educadores a todos los niveles (sacaré de la lista dos que tres de ellos y sé que ellos sabrán quienes son si leen esto).
Hoy a un mes de finalizar mis clases para egresar nuevamente de la universidad, entiendo el por qué muchos de aquellos hombres más poderosos económicamente han dejado la universidad. Si, aquellos que en su momento fueron tachados de rebeldes, que no encontraron sentido en lo que les enseñaban, aquellos que no sentían los estuvieran preparando para la vida real, aquellos que sintieron que no evolucionaban en conocimiento y que no se hacían más capaces por estar en la universidad; hoy así me siento yo, con un faltante en mi educación escolar, con la falta de una pizca de utilidad en lo que aprendo, con el faltante de la aplicabilidad en la realidad, con mucha teoría, poca práctica y menos conocimiento.
No hay lógica, no hay sentido común, no hay ni siquiera sentido entre la temática que pretenden memorice.
Cómo pretenden que un licenciado, ingeniero, etc, realice una actividad correctamente, solucione problemas, proponga soluciones en la actualidad cuando en las universidades nos siguen enseñando historia que ni siquiera los catedráticos conocen.
Un maestro que ha trabajado en el área de responsabilidad social empresarial dando clases de administración de medios de comunicación, maestros que nunca han ni intentado poner un negocio dando clases de emprendimiento, maestros dando clases de economía con un libro ya amarillo por obsoleto, y así podría seguir mencionando ejemplos.
La educación de calidad, un tema del que hablo muy a menudo con mi padre, él tiene 65 años y yo tengo 29, dos generaciones que pidieron una educación de calidad, sin embargo la ven de forma diferente en sus exigencias en comparación a la que hoy en día se pide (aclaro, yo creo tener más de la vieja escuela que de la actual).
No hablo de la educación de calidad que creen está en la tecnología, en los pupitres nuevos y los grandes edificios de los que tanto hablan cuando pelean por el derecho a la educación, hablo de cosas más básicas pero que son la base de la educación, si tan solo desarrolláramos la lógica, el análisis, el sentido común, tendríamos más que solo personas pasando por los centros educativos repitiendo ciclos que son los que nos tienen como estamos.
Si tan siquiera enseñáramos a ponerle cuidado a los pequeños detalles que nos destruyen como raza humana: desde manchar la pared de un baño, sentarse en el brazo de un pupitre, desde querer que saquemos 100 sobre todas las posibilidad y en todas las materias aunque no tengamos desarrollada esa habilidad y tal vez nunca la tengamos porque no es parte de nuestros talentos (Me recuerdo en clases de música tratando de aprender sobre el pentagrama y notas musicales que nunca me servirán porque no tengo el talento musical y tampoco me interesaba la clase por que a mi me gustan las artes plásticas).
Tener educación de calidad va más allá de libros nuevos para cada uno, va más allá de un edificio de dos plantas y de pizarras computarizadas, pupitres nuevos, uniformes y zapatos gratis.
Tener educación es saber que lo que aprendo hoy podre aplicarlo en mi vida diaria, es motivar al alumno, no diciéndole que puede hacerlo, que nadie lo puede parar si el así lo quiere; tener educación de calidad es motivar a que el alumno sienta curiosidad por seguir mejorando sus habilidad para mejorar la humanidad, pero eso, eso solo lo enseñan los maestros que tienen vocación de enseñanza.
La educación de calidad no depende del lugar, del libro, de la tecnología; tiene que ver con el contenido, la metodología y el objetivo para el que se enseña.