4% de Calidad

4% de Calidad

De acuerdo a Darwin Caraballo, de la Universidad de la República de Uruguay, el problema de la educación es la calidad. Desde el 2013 se tiene el 4%, pero los resultados siguen sin cambiar.

"Si se considera la inversión en capacitación docente por cada punto promedio obtenido por los estudiantes, un punto del año 2015 costó 4 veces lo que costaba en el año 2011."

Además, afirma que si se sigue de esa manera, se tomará 40 años para obtener los resultados que obtuvo por ejemplo, Chile en el 2013; a un nivel de costos que quizás no podamos solventar. [1]

El Problema nunca fue el 4%

Se puede afirmar que el nivel intelectual, práctico y técnico del profesorado es obsoleto y dividido. El nivel académico de muchos maestros es por debajo de los requerimientos básicos. Sus niveles de capacitación se han quedado estancados en una mera licenciatura, y se nota que no hacen ningun esfuerzo para seguir estudiando. El 4% fue la solución al pedido de aumento de sueldo y recursos para los maestros, para alivianar la carga de altas jornadas de trabajo, bajos sueldos y falta de recursos para capacitaciones, pero ha influído muy poco en el material humano; el cual es más importante que cualquier tecnología o recurso.

A pesar de los intentos del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología de invertir en becas nacionales e internacionales destinadas a Educación y Magisterio, se ve claramente que no es la demanda de los profesionales dominicanos. La juventud dominicana hace caso omiso a la capacitación y al fortalecimiento del sector educativo en nuestro país, olvidando que nuestros hijos son los futuros estudiantes y recipientes de cualquier doctrina o disertación intelectual. Debemos pelear a favor de políticas de renovación en todos los aspectos del sector, desde: auditorías magisteriales, capacitaciones docentes a gran escala y a gran impacto; como maestrías, doctorados, etc; reclutamiento de nuevos talentos en diferentes áreas no tradicionales como: diseño gráfico, tecnología, ciencias aplicadas, política, historia, sociología, mecatrónica, agricultura, biociencia y medio ambiente... Hay tantas áreas las cuales explotar y desarrollar, para asi crear nuevos profesionales que apoyen y sustenten el desarrollo sostenible del país a futuro.

También hemos olvidado la base del magisterio: vocación. Hay muchos maestros y profesores que están en las aulas por causa de los beneficios de enseñar en instituciones de educación básica o superior. Existen buitres magisteriales que basan su método de enseñanza en mero intelectualismo y crean autómatas asociales, que no aportan novedad, personalidad ni dinamismo al proceso laboral. Hay muchos mercenarios de la educación, que no les interesa invertir tiempo, amor, sacrificio, compasión, ni compromiso en la juventud dominicana; el target social más bombardeado por los medios, los cuales quieren crear potenciales consumidores de bienes y servicios en desmedida, y sin necesidad. No debemos olvidar la vocación al magisterio. No abandonemos a la juventud... el presente de nuestro país.

 

La cosa está fea. Los planes del Gobierno de poder aumentar la calidad educativa del país se han quedado cortos. Apreciamos y celebramos las construcciones de escuelas más modernas y seguras, pero hemos olvidado que lo que realmente vale son los valores y nociones que impartimos a nuestros hijos.

 

[1]: Caraballo, Darwin. Universidad de la República de Uruguay. Revista Mercado, Año 23- Edición 330 - Junio 2016.

*Foto de la película Dead Poets' Society.

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