El agua hierve más rápido cuando no la estás mirando.
El otro día me disponía a hacer unos spaghetti y cuando puse el agua en la olla a hervir, me di cuenta que no había spaghetti.
Contrariando el sentido común y las mínimas normas de seguridad. (Vivo diciendo a mis hijos que no hagan esto). Decidí ir hasta el supermercado a 3 cuadras de mi casa a comprar los dichosos fideos, dejando la hornalla prendida con la olla llena de agua.
“niños no repitan estas cosas en su casa sin la supervisión de un adulto”
Fui hasta el super, compré los fideos, más leche, pan, queso rallado y huevos ( no los necesitaba en ese momento, pero ya que estaba) y cuando volví a casa, el agua estaba hirviendo para que yo pusiera los fideos.
Respiré aliviado.
La casa no se había incendiado y los fideos estarían prontos para el momento adecuado.
Pero lo más interesante es que mientras volvía a casa, venía pensando que los tiempos no me iban a dar, porque el agua no estaría a la temperatura adecuada, y entonces se atrasaría la comida y por consiguiente toda la actividad posterior.
Todo mi teoría se basaba en que las veces anteriores que había puesto a calentar el agua en la misma olla y con la misma potencia percibía que demoraba mucho.
Pero no, el agua ya estaba hirviendo.
Esto me hizo pensar en la llamada Ley de Goodhart que dice que:
Cualquier regularidad estadística observada tenderá a desplomarse una vez que se presione para utilizarla con propósitos de control.
Y también en el gato de Schrödinger aquel que estaba muerto o vivo de acuerdo a cuando lo mirara el observador.
Adonde quiero llegar con todo esto es a que hay que tener cuidado con la fijación y medida de objetivos. A veces la desesperación por alcanzar las metas termina por influir en los resultados. Sobre todo en el campo de las ventas, donde se necesita generar confianza y credibilidad en el cliente, aspectos que se logran con tiempo y actividad.
No por esto estoy minimizando la importancia de alcanzar los resultados. Estoy convencido de que obtener resultados positivos es la razón de ser de una empresa. Sin embargo, como todos estarán de acuerdo los objetivos tienen que basarse en un estudio detallado de los recursos para alcanzarlos. De otra manera solo se genera frustración y síndrome del quemado.
Conocerán múltiples ejemplos donde sin recursos adecuados, sin productos requeridos por el mercado, o en mercados saturados, se intenta, solo por acumulación generar resultados. Donde se hace hincapié en la medición y no en el proceso necesario para alcanzar las metas.
Hay una frase muy conocida que dice: “no se puede gerenciar lo que no se puede medir”, lo que es totalmente cierto. Sin embargo hay que agregar que para gerenciar lo que se puede medir alcanza con una planilla de excel.
Lo difícil, y lo apasionante es gerenciar aquello que no se puede medir. Para eso si, es necesario un Gerente.