El ahorro en tiempos de COVID
A casi 2 años de la pandemia de COVID-19, esta enfermedad ha traído grandes cambios en todos los sectores, países, economías y por supuesto, en la cartera de todas las personas.
Aunque no todos nos hemos visto afectados con la misma intensidad, es un hecho que este virus ha impactado en diferentes magnitudes, las finanzas de cada familia, así como en su capacidad para ahorrar.
De acuerdo con el reporte “¿Cómo va el ahorro y cómo será el gasto de los mexicanos después de la pandemia?”, realizado por Bain&Company, casi la mitad de los mexicanos no ha logrado ahorrar nada desde que inició la pandemia, debido a múltiples factores como fueron y son: reducción del salario, pérdida del empleo, frente a imprevistos.
Un dato muy importante en destacar es que los mexicanos en su mayoría (72%) no se sienten muy esperanzados respecto al rumbo que tomarán sus finanzas durante el 2022.
¿Poco ahorro?
De acuerdo al reporte, en términos de ahorro personal, el 26% de los encuestados mencionó que no está ahorrando, 20% ha ahorrado menos de lo habitual. Lo anterior contrasta con un 12% que afirmó ahorra la cantidad habitual y un 20% dijo que ahorra más de lo habitual durante esta emergencia sanitaria.
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Por el contrario 33% de los mexicanos indicó que estaba gastando sus ahorros para sobrellevar la crisis, es decir, uno de cada 3 consumidores en el país. Mientras que 14% mencionó haber pedido un préstamo personal para hacer frente a la situación económica.
Nos hemos vuelto más cuidadosos
Como parte de la investigación, los resultados que se arrojan es que los mexicanos sí quieren gastar pero son prudentes al momento de hacerlo porque están conscientes de que todavía no acaba la pandemia.
Muchas personas redujeron sus gastos de manera importante, principalmente por la incertidumbre que había sobre cuándo acabaría la crisis pero ahora están tratando de volver a salir y gastar, sólo que con mayor cautela.
Cuestionando sobre el cambio de hábitos de ahorro, el estudio arrojó dos resultados. Por un lado, la población dejó de gastar para tratar de guardar una parte de sus ingresos para una emergencia. Pero por otra parte, muchas personas no pudieron hacerlo debido a que viven al día e inclusive, esto se detectó en la población no bancarizada.