El algoritmo del Liderazgo

Durante las ultimas cinco décadas, la Planeación Estratégica ha seguido siendo la práctica mas solicitada e intensa en la dirección y desarrollo de empresas como fuente generadora de trabajo y rentabilidad. Las técnicas y expertos son innumerables, pero los fundamentos son los mismos: fijar objetivos e ingeniar estrategias.

En ese sentido, prospectar el futuro, obtener una ventaja, identificar tácticas, definir estrategias y lanzar objetivos, aunque valiosos, no te aseguran tanto el éxito como el seleccionar y empoderar personas idóneas para implementar tus planes. Además, existe un factor común que ha brillado con eficacia a través del tiempo y que hemos incluido en una original fórmula de estrategia empresarial: e = m.c.v3

Desde milenios, inexplicablemente, el hombre se ha embarcado siempre en peligrosos propósitos, movido por la aventura de intentar lo imposible, el sentirse participe de una conquista histórica o por la ambición de ver trascender su nombre, su legado, su huella. Pero la explicación se halla en lo más profundo de la antropología humana.

Si revisas algunos logros asombrosos, desde la conquista del imperio Persa (335 a.c.) hasta la llegada a la Luna (1969 d.c.), verás que, además de Alejandro Magno y John F. Kennedy, los verdaderos héroes en estas hazañas fueron los 40,000 soldados de Macedonia y los 10,000 ingenieros de NASA que lucharon y trabajaron para Grecia y los EE.UU.

Ahora, valioso sería descubrir qué movilizó a estas 50,000 personas a embarcarse y comprometerse en tan riesgosos proyectos: derrotar 250,000 soldados persas y superar los 42,000 km/h para vencer la gravedad terrestre. Obtener esa clave, que ha sido la misma en todas las proezas humanas, representaría una estrategia invaluable que nos permitiría replicar el logro de nuestros objetivos a voluntad y perpetuidad.

Por ello, importante observar en la exploración del espacio, por ejemplo, cómo se está iniciando toda una revolución de inversiones, cuando 50 años atrás, se declaraba inútil e inviable sostener la carrera espacial. Se dijo que, habiendo tantos problemas por resolver en la tierra, era absurdo seguir despilfarrando los recursos de los contribuyentes en estériles esfuerzos carentes de rentabilidad. ¿acierto o desacierto?

Lo cierto es que esta sentencia provocó el abandono y la muerte súbita de la naciente e innovadora industria de la astronomía. Se perdió el paso para seguir ganando más conocimientos, el oro del presente, arriesgando la oportunidad de asegurarnos, literalmente, un espacio en el futuro. ¿cuánto valen el tiempo y el conocimiento?

Sin embargo, ahora mismo estamos presenciando un poderoso reimpulso de esta extraordinaria megaindustria. Así, se han activado formidables empresas como SPACE X, Blue Origin y Virgin Galactic, todas con la colosal visión de viabilizar la vida y el trabajo del hombre en el espacio. He aquí, el nuevo objetivo…el nuevo imposible.

Puede sonarte increíble pero personas como Elon Musk, Jeff Bezos y Richard Branson, líderes de estas compañías, son para nada ilusos soñadores. Son reconocidas personalidades que forjaron su éxito con proyectos e ideas innovadoras y que ahora están apostando nuevamente, inmensas fortunas…y empresarios de esa talla jamás invierten en locuras. He aquí, la vieja pregunta: ¿Qué los mueve e inspira?

Los tres tienen el mismo objetivo, colonizar el espacio, pero con diferentes estrategias. SPACE X: reutilizar naves y cohetes para reducir costes. Blue Origin: transportar carga pesada para la industria en el espacio exterior. Virgin Galactic: desplegar vuelos civiles para activar el turismo espacial. Fascinante, pero ¿cuál es el factor común al que están apostando?

Y la respuesta está en un delicioso e irresistible cóctel para la mente y el espíritu humanos compuesto por 3 ingredientes infalibles: una fuerte dosis de Meaning (para darle sentido a su objetivo), mezclada con una alta dosis de Challenge (para desafiar su capacidad) y, por último, una pizca de Vibration (para ponerle emoción y “poesía” a su trabajo).

Finalmente, la fórmula del éxito en toda estrategia empresarial, sea para construir un imperio o conquistar el universo, siempre radicará en nuestra capacidad para despertar e inspirar la emoción, la energía e imaginación de las personas que lideramos y esta poderosa combinación podría ayudarte a realizar nuevas e increíbles hazañas para tu compañía.

Carlos A. Navarrete

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