El alma del tigre - ¿Para arañar la atención del consumidor pesa más el espíritu o la marca?
A veces la mejor forma de volver a encontrarse, es mirarse por dentro y preguntarse que te ha hecho llegar realmente hacia donde estás.
Hace un par de días he vuelto a vivir un rato de emociones fuertes, en relación a una marca (Desigual) que ha representado un paso importante para mi trayectoria personal. Emociones que honestamente hacía tiempo que parecían perdidas en algún escondite de los recuerdos. Un gran punto interrogante (y nada mas) en el rotulo y mucha gente haciendo “ohoooh” en portal del Angel en Barcelona era un llamativo demasiado gordo para ir tirando mas adelante en mi ruta de tiendeo.
El vivir el retail todos los días hace que pocas cosas ya realmente me llamen la atención.
Un holograma de tigre que ha dejado a boja abierta niños y menos niños no ha sido el factor clave, pero si una pieza maestra.
Ni el tiempo de ir mas adentro en el local, ni de encontrar con los ojos los factores estilísticos típicos o el respaldo en las tarjetas de precios de los productos, que me reaseguraban que era cierto tratarse de la empresa que había imaginado y no “otra”.
No ha sido necesario.
Las atmósferas vagamente ibicenses, un visual entre el vintage retró y el frikichick, el producto que se busca hueco entre las demás cosas, quedando como una patre mas del gran dibujo escénico, y unos cuantos "mensajes en código" no hicieron nada mas que fortalecer las emociones de "hemos vuelto", perdonad la espera!
Muchas veces opino que el pasado es pasado, que lo que ha sido no vuelve, y que la natural evolución de las personas y de las empresas y del entorno competitivo hacen que no es posible que los instantes, los éxitos las emociones se queden para mucho.
Igualmente agradecí saborear a lo largo de mi visita a la tienda, esa sensación de “vuelta a la edad del oro”, cuando algo inmaterial pero tangible se notaba en el aire, en la gente en el trabajo en esos bajos de típico estilo catalán, algo mágicos, en el centro de Barcelona.
Algo que me había fascinado más allá de lo que representaba entonces la empresa cliente, hasta querer ser parte de este sueño. Ya hoy no trabajo en esa empresa, como muchos he ido buscando nuevos retos, casi asumiendo que “lo importante estaba hecho ya” y que “ya no era la misma etapa”. etc. Pero hay aficiones que se quedan grabadas, y lo que ocurra a esa casa honestamente no me puede dejar indiferente.
Algo me dice que ese tigre está marcando un nuevo punto de inflexión, que el camino es interesante y merecedor, porque pone al centro nuevamente la Experiencia de Consumidor, sus emociones y sensaciones.
Y eso superando la imagen marca basadas en rótulos y sus espejos, perchas, productos, probadores…. todo lo que al fin y al cabo te esperas de encontrar en una tienda.
La "marca" está casi más presente, sin aparecer un logotipo en la puerta! Mas que vestigios de marca noté rastros evidentes de ADN.
Felicidades y mucha suerte y éxito a los excompis de @Desigual que crearon este nuevo concepto. He vuelto a pasar mas tarde y he vuelto a ver una tienda animada y concurrida... a 5 minutos del cierre, cuando ya la gente va normalmente entretenida con pantumaca y tapas y su acompañamiento de estrellas.. y las demás tiendas ya están con limpieza a buen punto y reponiendo…
¡¡¡Un placer volver a cruzar tu camino “tigre”!!!