El almacenamiento de energía como eje de la transición energética
El almacenamiento de la energía será fundamental en la transición hacia una economía descarbonizada basada en fuentes renovables, pues la electricidad generada por la energía eólica o solar no está siempre disponible en las cantidades deseadas cuando se necesita.
Según el informe 2019/2189(INI) sobre el Enfoque europeo global con respecto al almacenamiento de la energía, la Unión Europea se ha comprometido a descarbonizar la economía europea y a convertirse en neutra en emisiones de carbono a más tardar en 2050. Para lograr este objetivo es necesario acelerar la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables como fuente de energía primaria.
En este sentido, la Comisión Europea prevé una cuota del 55 % de energías renovables para 2030, y de más del 80 % para 2050. El incremento de la cuota de energía procedente de fuentes renovables comporta inevitablemente una mayor volatilidad de la red eléctrica. En dicho informe también han recalcado que la prioridad en todo momento es asegurar un suministro de electricidad constante y asequible para todos los ciudadanos de la Unión Europea. Y es por esto por lo que el almacenamiento de energía será crucial de cara a ayudar a reducir los precios extremos de la electricidad.
Como consecuencia, y debido a su compromiso de convertirse en neutra en emisiones carbono, la Unión precisa un aumento masivo de la capacidad de almacenamiento a fin de garantizar la seguridad del suministro energético.
Un ejemplo de ello son las unidades de almacenamiento GEATRON LITHIUM STORAGE, de Litio Hierro Fosfato (LiFePO4), que tienen por finalidad la entrega de potencia de forma estable a los consumos, y se comporta como un elemento “tractor” o de “empuje”.
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Asimismo, pueden servir principalmente para usos a corto plazo que aseguren la calidad de la electricidad en la red, como el control de la frecuencia, el equilibrado de los picos de demanda o el amortiguamiento de las fluctuaciones gracias a sus tiempos de respuesta relativamente rápidos.
A día de hoy, las baterías de iones de litio son una tecnología punta, utilizada tanto en vehículos eléctricos como en edificios. Su rango de potencia oscila desde sistemas de 1-10 kW hasta los de 1-50 MW, y se prevé una demanda de batería de este tipo de hasta 4000 GWh para 2040 frente a los 78 GWh de la actualidad.