El amor a la camiseta ¿existe?
Foto: AF Medios.

El amor a la camiseta ¿existe?

Apenas ha pasado unas horas de que se confirmó la noticia de que Oribe Peralta, capitán y líder del América pasaba al Guadalajara, el acérrimo rival, y ya se han escuchado y leído toda clase de comentarios, tristemente la mayoría en contra de la transacción sobre todo por parte de ambas aficiones unos porque se sienten traicionados y otros porque se piensan engañados.

Lo primero que habrá que entender es que la carrera de futbolista tiene tintes muy particulares; por principio de cuentas su vigencia es mucho más corta que la de un profesionista normal, es decir, mientras un abogado puede serlo desde que sale de la universidad hasta que muere, el jugador de futbol no. El futbolista desde que llega a primera (cuando sucede) y hasta que se retira solo tiene en promedio entre 10 y 15 años para asegurar su futuro.

Pero volvamos al tema, la noticia del traspaso de Peralta ha levantado críticas de ambas aficiones, por un lado los americanistas se sienten traicionados porque a quien adoptaron como emblema y escudo en el último lustro, tiempo que estuvo Peralta en el equipo, se va al acérrimo rival. Por el otro, los aficionados a Guadalajara se sienten engañados, pues les prometieron a los mejores jugadores y si bien Peralta fue uno de ellos, el problema es precisamente ese, que ya no lo es; por si fuera poco llega del acérrimo rival en el que se convirtió en capitán, pero que a últimos tiempos su injerencia en el equipo estuvo relegada a un segundo plano.

Lo triste de todo este asunto es que términos como "traición" o "mercenario" se vuelven tan comunes como exagerados, porque si bien es cierto que en el futbol se tocan los sentimientos de los aficionados, también lo es que se trata de un negocio en donde todos los implicados: directivos, jugadores, representantes, técnicos y hasta periodistas, tratan de sacar el mejor de los provechos y ¿cómo se logra eso? Pues con la obtención de más y mejores beneficios, es decir, todos buscamos lo mejor para nuestras familias y nuestras casas.

Hablar hoy de amor a la camiseta en los términos románticos de antes, resulta hasta obsoleto en un mundo globalizado y de tanta competencia. Nadie niega que no existan casos, Francesco Totti el primero que se me viene a la mente, sin embargo estos ya son las excepciones que terminan por confirmar la regla. Lo cierto es que hemos aprendido que las oportunidades suelen pasar una vez y probablemente la mejora que no tomes hoy, jamás volverá.

Oribe Peralta hace bien en tomar la oportunidad que le representa Chivas, más allá de si es símbolo o no del América, pues a los treinta y cinco años seguramente representa el último gran contrato de su carrera y que mejor que hacerlo en un equipo de tradición y con los blasones que presume el rebaño. Sin duda, una oportunidad que muy pocos son los privilegiados.

Poco o nada se le podrá reclamar a Oribe, pues cada que se calzó la elástica americanista la defendió a muerte y la sudó como nadie, por eso se convirtió en ídolo y referente del equipo, así que juzgarlo por amor o desamor a una camiseta lo considero injusto e improductivo, pues si algo ha demostrado a lo largo de su trayectoria es que Peralta más que amar una camiseta, ama su profesión y eso lo lleva a entregarse sin importar los colores que viste.

Mientras, que la pelota siga rondado.


Gustavo Sánchez

Productor en Sky Sports México

5 años

¡Vaya! Veo que todos los comentarios contestan de manera negativa la pregunta. Yo creo que el amor a la camiseta existe, y no tiene que ser porque te quedes o no en un equipo, sino tiene que ver con la dignidad con la que lo defiendas. En este caso, Oribe Peralta se ganó un lugar en América porque defendió con honor la playera y se supo ganar a lo aficionados, estoy seguro que en algunos años cuando se le pregunte sobre el amor a algún equipo, sin dudarlo dirá que Santos es su gran amor y que en seguida vendrá América porque fue donde consiguió los títulos y donde la afición más lo arropó. Habrá que ver que viene con Chivas, pero definitivamente se antoja difícil que logre tanto la conexión como la identidad que sí lo hizo con América y Santos. Saludos a todos y sigamos debatiendo.

Eric Olivares

PAI y Diploma, Bachillerato Internacional. #TOK #Individuos y sociedades

5 años

Cuando el consumismo te alcanza los valores disminuyen...

Corrección: el deporte es, al final del día, un trabajo como cualquier otro, un trabajo que sólo el 3% de la población mundial forma parte de.  Amor al 100% hacia una Camiseta es un tema que, a mi juicio, nunca ha sido el caso, tomando en cuenta que la mayoría de ésos comentarios vienen de aquellos/as que nunca fueron ni serán Atletas Profesionales y que puede ser tan meritorio o reprobable según se entienda. Para concluir, pongo otro contexto que espero genere debate: qué piloto Profesional de F1 no desearía estar en Ferrari (Alain Prost, Nigel Mansell, Froilán González); Qué Basebolista no desearía estar en los Bravos de Atlanta (Greg Madux, Chiper Jones y David Price), o los Yankees de Nueva York (Babe Ruth, Joe DiMaggio), Qué Basketbolista no desearía estar en los Bulls de Chicago (Michael Jordan, Steve Kerr, Barry Pippen, Luck Longley) y quién no desearía estar en el Real Madrid (Butrageño, Michel, Hugo Sánchez, Raúl González, Fernando Hierro, Zinedine Zidane, Roberto Carlos, Beckham, Figo, Ronaldo, Alfredo Di Stéfano)? Food for thought...   

Jose Luis García Ramírez

Jefe Depto. H. Méx. Y Geografía. en Humanitreemx

5 años

Existía antes de que el fútbol se volviera un negocio. Revisemos la historia y veamos a hombres como Luis "Pirata" Fuente, el "Trompo" Carreño...

CIM Solutions

Sports Agent/Analyst & Sports Consultant

5 años

Claro que no, ante todo estará el interés económico tanto del jugador como el de los directivos.

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