EL ARTE DE EMPRENDER

He brindado una palestra respeto empreendedorismo para alumnos de la Universidad Federal de Bahía. La palestra ha girado en torno de desafíos en emprender y el valor ECONOMICO (utilidades) y SOCIAL (utilidad para l#LOSDESAFIOSa sociedad). Fue discutido sobre el perfil del emprendedor. Una persona idealizadora y fascinada por negocios greenfield, onde se empieza “desde el cero” y cree que la “nueva” idea traerá beneficios para la sociedad.

Obviamente, empezar “desde cero” demanda más resiliencia que el normal. Uno de los gurús da administración, Vijay Govindarajan, comenta en su libro The other side of Innovation: “crear una idea es glamuroso. Pero, su ejecución se parece un trabajo sucio y por detrás de los bastidores. El problema es que, sin ejecución, big Ideas no salen adelante”.

La verdad es que toda idea lleva inevitablemente a una pregunta: ¿a quién sirve? Ojo, que pregunto a quién sirve y no para que sirve. Este sutil cambio tiene un propósito de traer un nuevo concepto a los negocios: el encaje social. Es comprender que los negocios sirven a la sociedad y a la medida que sirven, seguirán prosperando. En otras palabras, es la búsqueda de una relación de interdependencia harmónica, que genere continuo valor ECONOMICO e SOCIAL. 

En las valuaciones de proyectos greenfield en que he participado, los inversionistas estaban más preocupados con el nivel de motivación del idealizador, do que con las proyecciones financieras. Un amigo, CFO de una constructora peruana, decía que las proyecciones eran una hermosa ilusión, la venta una promesa y solamente la caja era real. Por su características, los negocios greenfields todavía no generan tanta preocupación con la caja.

Postulantes a emprendedores, hagan tres preguntas: Mi idea va agregar valor a la sociedad? La quiere servir? Estoy dispuesto a dedicarme al trabajo del backstage? Se as respuestas fueren positivas, felicitaciones. Usted ya ha dado el primer paso rumbo al éxito