El camino de la continuidad formativa
Nuestra formación no termina cuando finalizamos una carrera profesional, un curso o un programa de capacitación. Este recorrido nos permite iniciar un nuevo camino y explorar saberes para evitar que perdamos la capacidad de asombro, que es lo más importante del proceso.
En el campo laboral esto es importante, si se pierde la capacidad de asombro también se pierde la motivación.
En este sentido, la formación continua es la llave que nos permite transitar el camino de lo desconocido hasta hacerlo conocido. Se relaciona con querer saber el qué, el cuándo y el cómo del mundo que nos rodea.
El motor es, entonces, poder conservar la capacidad de asombro, trabajar en la motivación y mantenerse en constante movimiento. Adaptarse a una realidad laboral en constante transformación requiere poner a prueba el liderazgo y trabajar en equipo. Esto propone un doble desafío si sumamos a ese trabajo la capacidad de mantener actualizado el conocimiento organizacional.
La tarea de las organizaciones es brindar las herramientas y programas necesarios para que sus equipos de trabajo mantengan el hábito de la formación continua, con la total conciencia de saber que esto favorecerá la productividad propia y en consecuencia la de la organización, además de perfeccionarlos en el campo profesional.
Si los profesionales somos quienes cambiamos el mundo y a las organizaciones, entonces hay que tomar el camino de la continuidad formativa. Potenciar a otros es potenciarnos a nosotros.
Consultora de inspecciones, capacitaciones y asesoramiento para la industria OIL&GAS
2 añosEs verdad, hay que seguir formándose..