¿Qué tal esta política de aprendizaje para una empresa cualquiera?

Imaginen que, en una empresa cualquiera, una vez ingresas a trabajar o cuando por primera vez tomas un curso corporativo, te entregan la siguiente "Declaración y Política de Aprendizaje" con solo cuatro puntos:

1. Cuando te contratamos, sabíamos que eras un adulto responsable capaz de cumplir tus compromisos. Por eso te hemos brindado todos los recursos e incentivos necesarios y suficientes para que tu desempeño sea el esperado en cada etapa de tu adaptación y maduración en tu puesto de trabajo.
2. Nos consideramos una empresa que aprende y cambia constantemente. Por eso hemos desplegado los mejores recursos de aprendizaje y gestión de conocimiento que consideramos adecuados para asistirte en tu desempeño y hemos establecido mecanismos de evaluación para ajustarlos de ser necesario.
3. Tú tienes la iniciativa de tu propio aprendizaje y desarrollo. Por eso, ningún curso o actividad de aprendizaje es obligatoria, no llevamos control ni seguimiento. Si consideras que no necesitas hacer uso de nuestra propuesta de aprendizaje, adelante: demuéstranos que no la necesitas y hazte responsable por los resultados de tu gestión.
4. Premiamos eso sí los impactos de la aplicación de lo aprendido al tomar un curso o iniciativa de aprendizaje: los nuevos y mejores comportamientos, los resultados extraordinarios y la curiosidad por aprender buscando aplicar lo prendido nunca pasarán desapercibidos para la organización.

¿Qué opinas? Muchas organizaciones gastan incontables recursos y tiempo en perseguir, casi rogar que las personas tomen cursos y accedan a una oferta educativa que se hizo con ellos en mente. Si ese tiempo y recursos lo dedicáramos a mejorar la oferta educativa y a premiar lo que debe premiarse (resultados, impacto, cambio) la organización andaría mucho mejor. ¿No crees? Te leo.