El Coach y su oficio: en simples palabras
He notado que hay un desconocimiento generalizado sobre la función de un Coach y del oficio al cual se dedica: el Coaching.
Un Coach es un profesional comprometido con un cliente en un proceso colaborativo enfocado en desarrollar su máximo potencial profesional y/o personal.
Un Coach ayuda a un cliente a tomar perspectiva, lo guía a definir metas, lo acompaña en la consecución de logros y lo empodera para auto-gestionar su proceso de cambio.
A diferencia de un terapeuta, el Coach no trabaja con las emociones (aunque estas pueden aflorar durante el proceso) sino con la voluntad. A diferencia de un consultor, un Coach no se llama a sí mismo “experto” sino facilitador. A diferencia de un mentor, un Coach no proporciona consejo, más bien hace aflorar las respuestas dentro de sí. A diferencia de un entrenador, el Coach reconoce al cliente como un ser “completo” y capaz de sentarse en la silla del conductor.
En la práctica del Coaching se trabaja desde “lo que funciona” -no desde lo que está mal-, todo el proceso se enfoca en el futuro -no en el pasado-, la agenda la define el cliente -no el Coach- y se trazan planes de acción enfocados en la consecución de metas. ¡Acción es, sin duda, la palabra clave!
Por último, y si se lo preguntaba: usted necesita un Coach cuando está “atorado”, cuando quiere llegar a un estado deseado pero no sabe cómo o incluso, cuando no tiene definido aun un estado meta, pero sabe que no quiere estar donde está hoy.