El día que firmé treinta autógrafos
Apuntaré este día en mi calendario y no precisamente porque comience el Mundial de fútbol. Hoy me he sentido campeón del mundo con una experiencia vital que hace buena la frase de mi chica: "quiero que la vida me atraviese".
Ha sido en el colegio de nuestro hijo mayor, Óliver. En ese lugar tan significativo para nosotros, he dado una charla de motivación sobre la singularidad a treinta chavales de entre diez y doce años. Título: "No soy el típico". Cualquiera que tenga mi móvil sabrá que es mi estado de Whats App desde el principio de los tiempos.
Es la primera vez que adapto mi charla a un público tan joven y la verdad es que me he sentido como pez en el agua. Ha sido una experiencia de apenas una hora que me ha dejado una sensación de maravillosa de haber inspirado a esos chavales de alguna manera, que han escuchado mi historia de "superación" en pleno epicentro de construcción de su personalidad.
Más allá de eso, me ha servido para confirmar que hay vida más allá de mis queridos monólogos de humor, a los que tanto debo. Porque el formato de charla de motivación es un paso más allá. Es conseguir que mi joven audiencia de hoy además de reírse conmigo, al menos en algún caso, recuerde esta charla el día de mañana y en cierta forma le haya servido para darse cuenta de algo.
Como dice un buen amigo mío "hoy le has cambiado la vida a alguno de esos chavales".
El final ha sido lo más estremecedor para mi. Me han aplaudido durante tanto tiempo que no sabía ni dónde meterme. La tutora de los alumnos ha terminado llorando emocionada por mis palabras, mientas mi corazón daba vueltas de campana a toda pastilla.
El colofón ha sido que han terminado haciendo cola con sus cuadernos para que les firmara un autógrafo a cada uno. Dos de ellos en sus brazos, como un tatuaje
Lo dicho, hoy la vida me ha atravesado. Cada vez que vuelve a suceder tiene más significado para mi.
Gracias a todos los que creyeron en mis palabras alguna vez y que hoy al leer esto, sientan que somos campeones del mundo... otra vez.
AUTOR: Nacho Caballero.