EL DESAFIO DE LA EXPERIENCIA VIRTUAL: Esa excelente opción de apagar la cámara.

Para entender la adaptación de un modelo de aprendizaje al entorno virtual, es necesario partir en primera instancia del concepto de aprendizaje: el aprendizaje es el proceso por el cual se crea conocimiento a través de la transformación de una experiencia.

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Es por esto que en ocasiones, cometemos los mismos errores una y otra vez: porque no transformamos esa experiencia en un aprendizaje, y para esto no hay distinción entre el formato presencial o virtual. Para obtener conocimiento genuino de una experiencia necesitamos:

  • Estar dispuestos a participar
  • Ser capaces de reflexionar
  • Habilidades analíticas para conceptualizar ideas
  • Capacidad de toma de decisiones y resolución de problemas para poder aplicar las nuevas distinciones.

¡Todas habilidades que no cambian si hay o no una pantalla de por medio!Es sumamente útil evaluar si nosotros, y nuestros equipos, están en sintonía con estos "requisitos para el aprendizaje". Si no es así, como facilitadores, tenemos estrategias para intervenir y hacer posible el aprendizaje.

Es aqui donde notamos diferencias en la aplicación de estas estrategias, porque tenemos diferentes opciones si el encuentro que estamos guiando es virtual o presencial. Pero si nos enmarcamos dentro de una metodología de aplicación, si entendemos cómo funciona un ciclo de aprendizaje y por ende, los objetivos para cada espacio de la programación están claros, el diseño de una programación no tiene grandes diferencias. 

El problema aparece cuando desarrollamos espacios de aprendizaje donde la metodología, los acuerdos y los objetivos no están claros, o cuando pretendo lograr participación sin utilizar una metodología que la posibilite.

Y aparecen así también las grandes oportunidades del entorno virtual: tenemos a todos los participantes en su máximo nivel de autenticidad. Incluso muchas veces en sus casas, dentro de su zona de comodidad y con las excusas disponibles para no prender la cámara. 

¿Cuántas veces, estando en una capacitación presencial nos hubiera gustado "apagar la cámara" o "silenciarnos"? 

Ahora simplemente esta posibilidad existe, y nos muestra crudamente si estamos generando interés y participación. No se trata de la plataforma que estés usando: se trata de tu formación, de las bases desde donde estás intentando generar ese espacio de aprendizaje o reunión de equipo. 

Es desde ahí desde donde tenemos que trabajar todas esas reservas con los espacios de formación virtuales. Si alguna vez dijiste "lo virtual no es lo mío" quizás pueda serlo si sumas herramientas. Si alguna vez dijiste "no aprendo en clases virtuales" probablemente ese instructor, o esa metodología es la que no está posibilitando el aprendizaje. 

Te invitamos a reflexionar sobre esta "nueva sinceridad" y a sumarte a nuestro programa presencial y virtual de 2 días de Formación de Facilitadores que será el próximo viernes 18 y sábado 19 de junio. Es una excelente manera de dar respuesta a una normalidad que llegó para quedarse. 

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