El Desarrollo Económico como Problema o Solución

¿Es malo por sí sólo? ¿o es el Propósito el que debemos cuestionar siempre?

Se ha vuelto común asociar los problemas de nuestra sociedad y nuestro desarrollo al actual Modelo Económico, tomando como ejemplo ciertos grupos que invierten en Universidades y en vez de generar ganancias Culturales y Sociales sólo lo hacen para beneficiarse económicamente y empeorando la calidad educacional al faltar programas internos que permitan mayor accesibilidad y conocimiento en la institución, y este problema no ha hecho más que liberar espacios para manifestarse contra una promesa incumplida. Sin embargo, esto es sólo la punta del iceberg, que sería finalmente el propósito con el que se usa este modelo, sean generando conocimientos, programas a favor de las necesidades sociales y ganancias económicas o simplemente acumulando todo el dinero recibido y no distribuyendo ingresos de manera correcta (lo cual disminuye la calidad de vida y aumenta los niveles de pobreza).

Dentro de los “problemas” del Modelo Económico Chileno más hablados en los últimos 10 años se encuentra el lucro, que por sí sólo no es malo, al contrario, puede ser tan bueno para impactar de manera positiva en lo social, cultural y ambiental. Pero a esto hay que darle este propósito positivo y colaborativo para que los frutos sean buenos para la gente.

Diversas problemáticas sociales han sido tomadas por fundaciones encargadas de trabajar con los sectores Público y Privado creando políticas públicas que aporten a mejorar el desarrollo de ciertos sectores sociales con menor capacidad o menos confiada en su minuto para crecer, y también estos problemas en conjunto con otros provocados por el mal uso del modelo económico actual (por ejemplo los grupos que lucran para beneficiarse por sobre las necesidades de un grupo social) han impulsado a empresas comprometidas con cambiar la manera de ejercer negocios impactando de manera positiva en lo social y ambiental, siendo las B Corp o Empresas B (Beneficio), un movimiento empresarial de carácter mundial que hoy irrumpe en su forma de hacer empresa, con un modelo de negocios cada vez más sostenible y acorde a las reales necesidades que hoy la sociedad tiene y pide con tanta urgencia. El cambio climático, las proyecciones del aumento de la población a 2050 (cerca de 10 mil millones de habitantes en el planeta, hoy camino a los 8 mil millones), la escasez de recursos naturales, la poca accesibilidad y calidad de la educación, y el aumento de las brechas socio-económicas que conllevan al aumento de la pobreza, son algunos factores que hoy ha impulsado a este movimiento a integrar empresas que ayuden a solucionar estas problemáticas con un propósito de largo plazo para generar impacto a través de acuerdos público-privado para nuevas políticas públicas de estado en Beneficio de la gente y el medio ambiente.

En caso de las universidades, el lucro con un propósito positivo puede ser el mejor impulsor de programas de educación, desde la calidad de enseñanza hasta la motivación al profesor de llevar a los estudiantes a ser los futuros profesionales que resuelvan los problemas actuales de forma colaborativa y seria a nivel local y global. Otro tipo de programas de educación pueden ser seminarios y congresos que hablen de temas de actualidad nacional/global o de futuro respecto a las nuevas innovaciones científicas que nos harán reflexionar sobre nuestro desarrollo sostenible como humanidad y nuestra supervivencia en la Tierra. Con todo esto están todas las posibilidades de ofrecerle a los estudiantes educación de calidad y una mayor accesibilidad para una excelente formación personal/profesional.

Si todo esto lo acoplamos a un Modelo de Desarrollo Sostenible posiblemente más gente pueda acceder a una conciencia colectiva sobre el uso y eficiencia de los recursos naturales, a educación de calidad, a energía y agua limpias, a más equidad de género, oportunidades y menos desigualdad, y sobre todo a ayudar a la gente que la necesite para lograr cambios positivos para un mundo en armonía con más justicia social.

Con estos casos podemos concordar con que hay que cambiar el propósito de acciones que pueden parecer negativas pero que en su corazón puede haber un interés de crecimiento e impacto favorable a todos de forma equitativa dependiendo de cada situación, y hay que cuestionarnos siempre ese “para qué” en la actividad donde queramos generar ganancias en todos los aspectos que un negocio consciente sostenible y con los valores de Responsabilidad Social Empresarial debe considerar.