EL DIA QUE SE JUNTARON LOS DEMONIOS
A propósito de los acontecimientos de estos días y del aniversario de lo ocurrido el 11 de Abril del 2002, les presento un artículo publicado por mi, hace algunos años
.EL Día que se Juntaron los Demonios
Nunca olvidaré el 11 de Abril del 2002; ese fatídico día de nuestra historia: Una cadena de acontecimientos políticos provocó un paro general a partir del 9 de abril de 2002, que finalmente se convirtió en indefinido. La tensión alcanzó su máxima cota el 11 de abril, cuando, en el transcurso de una manifestación en Caracas, un número importante de personas murieron al dirigirse al palacio de Miraflores para pedir la renuncia del Presidente Chávez; y otro numero, también importante, de personas afectas al presidente, murieron en los alrededores del mencionado palacio.
En esos días me encontraba adscrito a la Dirección de Mantenimiento Técnico y Servicios Básicos del entonces Ministerio de Educación, Cultura y Deportes y sinceramente estaba obstinado del clima político que reinaba en el país, por lo que me dedique a concentrarme desde muy temprano a mi trabajo operativo, luego más tarde, a medida que iba avanzando el día llegaban a mis oídos las calamidades que supuestamente estaba pasando en la ciudad. Lo demás es historia, o mejor dicho lo que sobran son las historias….
Desde entonces, con toda objetividad posible, he leído todo lo concerniente a ese día, he visto y analizado entrevistas, documentales, programas de opinión, ido a foros, he sostenido conversaciones publicas, privadas, individuales, colectivas, con personas afectas al gobierno y a la oposición, etc. y mi humilde conclusión es que no hay ni únicos culpables ni únicas victimas; y si buscamos al menos un culpable sin duda es el Diablo, y una victima: Venezuela.
A muchos no les debe sorprender que los Demonios son vistos como personajes que intentan provocar la conspiración indigna allí donde no hubiera ninguna necesidad, actuando así como adversarios de los seres humanos para separarlos de Dios. Tampoco debe sorprender la creencia generalizada en la capacidad de los Demonios en influir en las vidas de la gente para provocar desgracias y así aniquilar al género humano. Personalmente creo que los Demonios usan las mas viles ambiciones de los humanos para que entre nosotros mismos nos devoremos; y ¿Quién puede atreverse a decir que entre los que se declaran opositores o leales a la gestión del gobierno no existen (entre sus principales lideres) personajes con soeces ambiciones, como por ejemplo un importante poder político a costa de lo que sea; o labrar un importante emporio económico a costa de los erarios públicos? Y allí justamente radica el problema: ¡Al hacer caso a nuestras ambiciones damos la oportunidad a los Demonios de intervenir, y por ende influir, en nuestro sistema político/social!; provocando, como ya comenté, desgracias entre nosotros mismos. ¡Que Desdicha!
No es intención del presente artículo entrar en complicadas teorías religiosas, ni mucho menos caer en un análisis más del 11 de Abril del 2002; pero me hace reflexionar sobre lo revelado por las Santas Escrituras: El Diablo es el gobernante invisible del mundo (Jn 12:31; 14:30; 16:11) y se interpone en nuestras costumbres, nuestras familias, nuestros trabajos y ¿por que no? en nuestro país. En mi modesta opinión deberíamos dejar de un lado las pasiones políticas y aprender a convivir mas humanamente; los afectos a la oposición contra el gobierno podrían tratar de ser más objetivos en sus criticas, apuntar sus recursos a la unión, al entendimiento, a la reconquista de sus espacios perdidos, pero de forma pacifica y activa, como también nos lo recomiendan las escrituras (Mt 10:16); los señores afectos al gobierno deberían permitir y aceptar de manera tolerante las críticas, mas que vender la gestión de una administración y una ideología política, deberían focalizar sus recursos para cambiar aquello que realmente es necesario cambiar, recordar aquello que decía el Apóstol Pablo: que la gloria de Dios esta sobre todo gobierno y autoridad antes, ahora y estará siempre (Ef 1:21). En conclusión: No permitir que se junten los Demonios; no ceder ante ellos, no permitir que nos enfrentemos, recordar que somos hermanos, con virtudes y defectos, pero sobre todo y ante todo que somos Hijos de Dios. ¡Que privilegio!
Han pasado ya varios años desde aquel día y a veces pienso que los políticos de oficio (de ambos bandos) no han avanzado mucho, veo lo poco que se ha adelantado respecto a lograr un equilibrio político justo para el pueblo venezolano, percibo que desestimamos la historia, las sagradas escrituras; y lo execrable: ¡Que hemos aprendido muy poco de aquel día!; también me hago muchas preguntas y analizo como podemos contribuir los llamados “Ciudadanos de a Pie” para mejorar la situación de nuestro país. Hasta ahora sigo asistiendo a todo tipo de evento que evoque el tema, y cada vez que tengo oportunidad doy el mismo mensaje, palabras más, palabras menos: Señores no analicen tanto sobre lo que paso ese día, la respuesta es sencilla: ¡Ese día se juntaron los Demonios! ¡No permitamos que pase más!
Ing. Alí Naveda Miranda
Presidente Comité Nacional por la Paz (CONAPAZ)
Conapazvenezuela@ yahoo.com