EL DISEÑO DE UN HOSPITAL ES RETO PARA EL ARQUITECTO Y LOS PROFECIONALES DE LAS DIFERENTAS CARRERAS , que la vida y dios nos permita tener oportunidad

EL DISEÑO DE UN HOSPITAL ES RETO PARA EL ARQUITECTO Y LOS PROFECIONALES DE LAS DIFERENTAS CARRERAS , que la vida y dios nos permita tener oportunidad

El diseño de un edificio para la salud es una labor que enfrenta al arquitecto o diseñador con un amplio panorama de cuestiones por cubrir, no sólo relativos a la planeación de espacios y la estética del lugar, sino a los relacionados con la comunidad usuaria, los avances tecnológicos, entre otros elementos que se vuelve necesario considerar para que el diseño sea útil y eficaz.

Para el buen diseño del hospital, es necesario que sus áreas se clasifiquen, de modo que cumpla con sus principales funciones: prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades. Jaime Sánchez, coordinador de la Maestría en Ciencias Médicas e Investigador Docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Sinaloa, destaca en entrevista la participación del área de servicios generales al “purificar el ambiente del hospital constantemente para mantener las condiciones de higiene apropiadas”. Asimismo, supone adecuada la siguiente clasificación:

Áreas críticas o de alto riesgo de infección: Quirófanos, las salas de parto, el área de urgencias, la central de esterilización, las unidades de diálisis, áreas de preparación de soluciones parenterales y terapia intensiva

Áreas semi-críticas: Laboratorios, radiología, morgue, servicios de hospitalización, oncología y servicios de alimentos

Áreas no críticas: Personal administrativo y docente

Servicios generales: Área de mantenimiento, lavandería, almacén general, vestuarios

DIFERENCIAS PRINCIPALES ENTRE AA (AIRE ACONDICIONADO) PARA HOSPITALES Y PARA OTRO TIPO DE RECINTOS

1      La restricción de aire entre las diversas áreas

2      Los requerimientos específicos de ventilación para eliminar microorganismos, olores y virus de cada zona

3      El nivel de temperatura y humedad requerido para cada lugar

4      El control de las condiciones ambientales

Control de infecciones

Enfrentar problemas por un inadecuado control de infecciones es frecuente si el sistema de ventilación no es apropiado. Es así que resulta de suma transcendencia contar con un diseño y planeación adecuados para conservar el aire en condiciones asépticas. Cabe mencionar que las infecciones asociadas con el cuidado de la salud son un problema de relevancia, que implica factores económicos y sociales, lo que las vuelve un desafío para las instituciones médicas.

Según el ingeniero Expósito, un buen diseño de quirófano debe contar con características específicas de espacio, acabados, temperatura, ventilación, humedad e iluminación:

Tamaño: El ideal es de entre 35 y 60 metros cuadrados; dimensiones superiores lo volverían demasiado grande y muy poco útil tener el material a utilizar de 5 a 6 metros de distancia; por ello, el personal tendría que moverse aumentando el riesgo de contaminación. Menos de 35 metros cuadrados sería demasiado pequeño, el personal de quirófano no podría moverse de forma cómoda.

Paredes y techos: Deben ser lisos, de material inalterable y absorbente del sonido. Las paredes y puertas deben ser incombustibles y estar revestidas con material impermeable, inalterable, a prueba de manchas, sin grietas, de fácil limpieza, sin brillo, sin colores fatigantes para la vista. Los quirófanos deben estar desprovistos de ventanas al exterior; si las tuviera, deberán estar selladas herméticamente. No deben usar azulejos para revestir sus paredes debido a que las uniones son sitios propicios para el desarrollo de gérmenes.

Pisos: Deben ser antiestáticos para disipar la electricidad de los equipos y el personal. De material plano, impermeable, inalterable, duro y resistente. A nivel del centro, las esquinas deben ser redondeadas para facilitar su limpieza.

Presión positiva: El aire debe ser expulsado desde los quirófanos hacia las zonas no estériles, extrayendo las partículas flotantes. Para conseguir este objetivo, la instalación del sistema de aire acondicionado debe estar calculada para obtener mayor presión en el quirófano.

Humedad y temperatura: El control de estos factores en el área quirúrgica debe ser automático, con sensores de ambiente que envíen una señal a los reguladores, y éstos, a su vez, deberán gobernar las etapas de producción de frío o calor. Debe conservar una humedad relativa, según los estándares de ASHRAE, de entre 30 y 60 por ciento para ayudar a reducir la posibilidad de una explosión. Las chispas se forman con mayor facilidad si la humedad es baja. La temperatura se debe conservar entre 20 y 24 grados centígrados.

Control del ambiente: Se calcula que el hombre emite en su entorno próximo un número determinado de partículas de 0.5 a 10 mm de diámetro. Estas partículas se suspenden en el aire y se producen por las escamas cutáneas, la sudoración y, principalmente, por goteo de las vías respiratorias. El mejoramiento del ambiente en quirófano se obtiene, sobre todo, con un personal bien entrenado que usa el pijama quirúrgico correctamente, se mueve lo indispensable dentro del quirófano, habla lo menos posible durante las intervenciones y se apega a las normas de asepsia.

Iluminación general: Debe distribuirse uniformemente por el quirófano, lo suficiente para detectar cambios en el color de la piel del paciente, proporcionada con la del campo operatorio para reducir la fatiga ocular.

Climatización. El quirófano debe estar aislado del exterior y dotado de un sistema de aire acondicionado provisto de filtros especiales (HEPA y ULPA, que retienen el 99 por ciento de las partículas mayores de 3 micras). Con control de filtros y grado de humedad (cuya revisión es cada 6 meses). Este sistema de aire acondicionado debe ser de flujo laminar y contar con control de humedad.


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