¡El dolor del hombro no me deja dormir!

¡El dolor del hombro no me deja dormir!

Cuando hay una lesión del manguito de rotadores, todo el funcionamiento del hombro se resiente.

El manguito de rotadores es un grupo de músculos del hombro encargados de realizar los movimientos principales como es la separación (peinarnos o limpiar un cristal), aducción y rotaciones (aseo personal al limpiarnos tras ir al baño). Está formado por el supraespinoso, infraespinoso, redondo menor, subescapular y bíceps.

Cuando hay una lesión del manguito de rotadores, todo el funcionamiento del hombro se resiente. El paciente tiene dolor, pierde fuerza y sobre todo disminuye el rango de movilidad, con afectación principal de los movimientos de separación y de rotación.

La tendinitis es la dolencia más frecuente en el hombro de la población general y sobre todo en los practicantes de tenis y pádel. Se produce por un conflicto de espacio entre las estructuras óseas del hombro y las estructuras que discurren por ese espacio subacromial, como son los músculos citados anteriormente.


Es como un túnel. El techo está formado por un hueso llamado acromion, y el suelo por la cabeza humeral. En el medio están los tendones del manguito que, en condiciones normales, caben sin problema. Pero si el tendón se inflama, no discurre bien y roza con el techo. Es como si mi coche roza al entrar por la puerta del garaje.

Tendinitis del manguito de rotadores

Su manifestación clínica principal es la presencia de dolor en la zona delantera del hombro, de inicio insidioso y tolerable, de características mecánicas (al moverlo) y de empeoramiento nocturno, pero que con el paso del tiempo puede llegar a provocar la impotencia funcional.

El comienzo de los dolores puede ser un esfuerzo o movimientos repetidos del hombro, sobre todo cuando estos se realizan por encima de la cabeza. A veces se evidencian chasquidos en la zona anteorolateral del hombro. El dolor se incrementa cuando el brazo intenta separar > 90º. Es frecuente que los pacientes no puedan dormir sobre el lado doloroso y que les pueda afectar incluso para poder realizar su aseo personal.

Para el diagnóstico es obligatorio realizar una Rx del hombro y ecografía, a fin de valorar si se aprecian signos de artrosis, si se aprecian depósitos de calcio en el tendón (tendinitis calcificante), si hay alguna lesión quística o tumoral que pueda provocar el dolor. Es importante hacer el estudio comparativo con el otro hombro.

La siguiente prueba diagnóstica por realizar, es la RMN (Resonancia magnética). Con esta herramienta se puede valorar de forma muy sensible y específica, los problemas que aquejan al hombro que duele, sobre todo las lesiones musculares. Podremos saber si el manguito de los rotadores está roto en todo su espesor, si la rotura es superficial, si hay sólo una inflamación de la bursa que rodea al tendón…y de esta forma, buscar la mejor opción de tratamiento.

A partir de una cierta, el manguito de rotadores que no deja de ser un material similar a una cinta, se va deteriorando como el bajo de un pantalón que roza. Se va adelgazando poco a poco y produciendo pequeñas roturas. La rotura completa es cuando esa cinta se suelta de su inserción, se desprende como si un muelle saltara y se retrae. La limitación dela movilidad es muy importante y el paciente casi no puede hacer nada.

Tratamiento conservador

Esta modalidad de tratamiento está indicada en aquel paciente cuya enfermedad haya tenido una evolución inferior al año, presente una rotura del manguito inferior a 1-2 cm con sintomatología poco importante y con una pérdida escasa de la funcionalidad del hombro; en roturas parciales del espesor del manguito. Funciona en el 80% de los casos. El tratamiento inicial pasa por el reposo, tratamiento con antiinflamatorios y terapia rehabilitadora.

El objetivo de la misma es recuperar o evitar la pérdida del rango de movilidad  por la presencia de dolor en el hombro sobre todo con los movimientos activos. Dentro de la rehabilitación, la estimulación de los tejidos mediante los ultrasonidos puede ser de gran utilidad. Un programa de ejercicios centrados en el rango de movilidad, el estiramiento del deltoides, del manguito de rotadores y de toda la musculatura de la escapular tiene efectos beneficiosos.

Respecto a las infiltraciones con plasma rico en factores de crecimiento, su efecto beneficioso se nota especialmente cuando se inyecta  en lesiones del manguito en su etapa inicial y en pacientes de mediana edad. En estadíos avanzados esta forma de tratamiento tiene una menor tasa de éxitos y el paciente continuar con dolor.

Si la lesión se encuentra en las etapas iniciales de la enfermedad, el paciente nota alivio del dolor y mejora la sensación de debilidad así como el rango de movilidad activo sobre todo para la abducción. Si no hay ningún tipo de alivio, la posibilidad de que estemos ante una rotura completa cobra fuerza.

Cuando no hay una respuesta satisfactoria a la terapia medico-rehabilitadora en el plazo, que según distintos autores puede ir, desde los seis a los doce meses, y existe un claro deterioro de la calidad de vida del paciente, estaría indicado el tratamiento quirúrgico de las lesiones existentes.

Artroscopia de hombro

La principal indicación es la persistencia de dolor que no ha respondido al tratamiento conservador. Su objetivo es el de eliminar las estructuras que producen el desgaste mecánico, restablecer la integridad del tendón con objeto de aliviar el dolor, minimizar la posibilidad de progresión de la rotura y aumentar la fuerza y la movilidad del hombro.

El grado de recuperación de la fuerza no es predecible y el paciente debe estar informado de ello de cara a las expectativas de recuperación que haya depositado en la intervención. La recuperación dependerá del tamaño de la rotura, del tiempo que haya trascurrido desde el diagnóstico, la calidad de los tejidos, la edad del paciente y el tratamiento rehabilitador postquirúrgico.

El abordaje artroscópico de las lesiones del manguito de rotadores ha supuesto una revolución en la técnica de la reparación, ya que a través de una intervención poco agresiva podemos realizar procedimientos que antes requerían una cirugía abierta lo que repercute en un mejor postoperatorio, una recuperación precoz, menor dolor y menor tiempo de hospitalización.

En la intervención se suele “limar” parte del hueso acromion contra el que roza el tendón del manguito de rotadores, provocando el dolor. Además, se revisa el estado del tendón. Si la rotura es completa y el paciente es de alta demanda, se procede a la sutura del tendón al hueso.

Cuando únicamente se ha realizado una “limpieza” del hueso y del tendón, se coloca un cabestrillo durante 3-4 días e inmediatamente después debe comenzar el tratamiento rehabilitador. En el caso que se haya realizado una sutura, el paciente deberá permanecer inmovilizado durante, al menos, entre cuatro y seis semanas. A continuación, la fisioterapia es obligatoria para recuperar la movilidad.


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