El efecto eco cámara y el rol de los algoritmos digitales

Gonzalo Alzueta, Profesor del MCPC

En la era digital, las redes sociales no solo han transformado la forma en que las personas interactúan, sino también cómo consumen información. En el ámbito de la comunicación política, el efecto eco cámara ha emergido como un fenómeno significativo, exacerbado por el diseño algorítmico de las plataformas digitales. 

Os propongo un poco de reflexión sobre este tema y cómo podemos abordarlo desde el punto de vista de la comunicación política. Mi tesis es que este fenómeno influye en la polarización, la percepción pública y los procesos democráticos y, sin duda, está contaminando la calidad democrática.

Para más inri, un estudio reciente sobre los grandes modelos lingüísticos que soportan la tecnología IA afirma que reflejan la ideología de sus creadores, y así Chat GPT es de derechas y Gemini de izquierdas. Tendré que usar ambas.

El efecto eco cámara describe un entorno donde las opiniones de los usuarios son amplificadas y reforzadas por la exposición selectiva a información que coincide con sus creencias preexistentes. En este contexto, los individuos rara vez se enfrentan a puntos de vista diferentes, lo que puede llevar a la radicalización de opiniones y a la formación de burbujas informativas y de pensamiento.

En ese mismo plano estamos asistiendo también a un fenómeno de polarización en los medios de comunicación clásicos, con unas tomas de posición que, incluso me atrevería a decir, van más allá de las líneas editoriales de los mismos y afectan de manera sustancial a los redactores.

Añadamos a ello que el funcionamiento de los algoritmos de plataformas digitales (el de TikTok de manera más ulcerante, creo) nos sirve contenidos segmentados teóricamente por nuestra interacción con ellos, y por tanto siempre recibimos “más de lo mismo”. 

No debemos perder de referencia que el diseño de los algoritmos en redes sociales persigue la maximización del tiempo en la plataforma y, en principio, prima la personalización del contenido en función de la experiencia del usuario, pero contribuye de manera sustancial al efecto eco. A través de técnicas como el aprendizaje automático, los algoritmos analizan patrones de comportamiento para sugerir contenido afín, creando un bucle incesante de retroalimentación.

Como consecuencia de este funcionamiento se producen tres efectos clave: una microsegmentación de audiencias, según intereses (e ideologías), se refuerzan las preferencias para generar mayor interacción y se excluyen las disonancias, no vaya a ser que nos provoquen una pequeña crisis de pensamiento crítico…

Desde mi punto de vista, (y espero que me llevéis la contraria en vuestros comentarios), el resultado es preocupante por sesgado y limitante.

Impacto en la comunicación política 

En el ámbito político, este fenómeno tiene consecuencias significativas. Los principales actores de las campañas políticas adaptan los mensajes para resonar en estas cámaras de eco, utilizando técnicas como el microtargeting. Uno de los efectos es que refuerza las divisiones ideológicas y el diálogo entre partidos con visiones opuestas.

Como consecuencia, asistimos a una mayor polarización y casi enfrentamiento ideológico dado que al exponernos únicamente a perspectivas afines tendemos a ver “a los otros” como adversarios irreconciliables. Los algoritmos no diferencian fakes de información verificada por lo que contribuyen a una mayor desinformación.

Nuestro cerebro se entrena, en ocasiones inconscientemente, a una falta de exposición a puntos de vista opuestos que limita la capacidad de entender la complejidad de los temas, por lo que reducimos nuestro pensamiento crítico y también el pensamiento complejo.

Asistimos a un fenómeno que se reproduce a tan gran escala y con tanta velocidad que nos plantea serios problemas a la hora de ver una desescalada del mismo.

Yo sigo siendo un romántico optimista y creo que la sociedad en muchas ocasiones funciona como un efecto péndulo de Newton que, cuando los movimientos se acercan al punto máximo del extremo, tienden de manera natural a buscar el equilibrio y, poco a poco, a centrarse.

Mientras tanto seguiremos, creo que es de manera notable una de las mayores contribuciones que prestamos en la Universidad de Navarra, fomentando el pensamiento crítico, provocando que nuestra materia gris siga creciendo y no se aletargue en manos de algoritmos. 

La educación digital, promoviendo la identificación de sesgos y la búsqueda de información diversa, la exigencia a las plataformas de un comportamiento más ético y fomentar espacios de diálogo son tareas que nos podemos poner diariamente.

El efecto eco cámara, amplificado por los algoritmos de redes sociales, tiene implicaciones profundas en la comunicación política y la dinámica democrática. Si bien la tecnología ha facilitado un acceso sin precedentes a la información, también ha creado desafíos significativos en términos de fragmentación social y polarización. Para abordar estos problemas, es esencial una colaboración entre ciudadanos, instituciones y las propias plataformas, con el objetivo de construir un ecosistema informativo más equilibrado y diverso.