El ejemplo de uno mismo

Érase una vez una marca...

Cuenta la historia que los caballeros ingleses no esperan, ni se hacen esperar.

La investigación de mercado es una herramienta valiosa en marketing. Gracias a ella, las personas que dirigen una empresa obtienen la información necesaria y la orientación sobre las posibles decisiones y elecciones.

Sin embargo, puede suceder que haya alguien que tenga tan claro que su idea es genial que, simplemente, pasa a la acción. Richard Branson es un buen ejemplo.

Cuando lo entrevistaron para el libro 8 Crazy Stories From Richard Branson's, dijo que todo el estudio detallado que necesitó para crear Virgin Atlantic Airways fue una llamada o, más bien, la inexistencia de una llamada: “Decidí que tenía que haber sitio para otra línea aérea después de pasarme dos días intentando hablar con People's Express Airlines sin conseguirlo. Esa fue toda mi investigación de mercado”.

¿Qué nos deja esta historia? ¿Se necesitan grandes análisis de mercado para descubrir una necesidad? ¿Qué tan buena consejera es la intuición al momento de tomar decisiones de negocio importantes?

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