EL ENFOQUE LIMITADO DEL "YO SOY"
Manuel Roca
Psicólogo Organizacional | Facilitador de Habilidades Blandas, Gestión del Talento y Marca Personal 3.0 | Mentor| AI Ética y Optimización de Procesos de RRHH | Docente y Desarrollo Organizacional
En el entorno profesional actual, donde la competencia es intensa y la diferenciación es esencial, construir una marca personal sólida se ha vuelto más importante que nunca. Sin embargo, a menudo caemos en el error de centrarnos exclusivamente en el "yo soy" —nuestras habilidades, títulos y experiencia— sin considerar cómo estas cualidades se traducen en valor real para los demás. Pasar del "yo soy" al "lo que puedo aportar" es crucial para conectar con nuestra audiencia y destacar en nuestro campo.
EL ENFOQUE LIMITADO DEL "YO SOY"
Cuando nos enfocamos exclusivamente en el "yo soy" en nuestra marca personal, corremos el riesgo de quedarnos atrapados en una narrativa centrada en nosotros mismos, que puede resultar poco atractiva o irrelevante para quienes nos escuchan. Este enfoque, aunque bien intencionado, tiene limitaciones significativas que vale la pena explorar:
El "yo soy" tiende a ser una declaración unilateral que no considera las necesidades, intereses o desafíos de la audiencia. Por ejemplo, decir "Soy un profesional de Negocios Internacionales con experiencia en comercio exterior" es informativo, pero no responde a preguntas clave como:
¿Por qué debería importarme tu experiencia?
¿Cómo impacta tu conocimiento en mi negocio o en mi entorno?
Las afirmaciones basadas en "yo soy" se centran en describir atributos, no en destacar resultados:
"Yo soy creativo."
"Yo soy estratégico."
"Yo soy resiliente."
Aunque estas cualidades son valiosas, no explican cómo benefician a otros. La audiencia queda con preguntas como: ¿Cómo utilizas tu creatividad o estrategia para aportar soluciones? ¿Qué cambios genera tu resiliencia?
El "yo soy" puede caer en descripciones comunes que no diferencian a una persona de otras en el mismo campo. Frases como "Soy comprometido" o "Soy innovador" son genéricas y se utilizan tan frecuentemente que pierden impacto.
El "yo soy" a menudo es una declaración neutra y factual que carece de elementos emocionales o narrativos que puedan enganchar a la audiencia.
El "yo soy" es descriptivo, pero no invita a la audiencia a interactuar contigo, ya sea contratándote, colaborando en un proyecto o recomendándote.
LA TRANSICIÓN AL "LO QUE PUEDO APORTAR"
El verdadero poder de una marca personal radica en su capacidad para ofrecer valor tangible a los demás. Al enfocar nuestro mensaje en "lo que puedo aportar", cambiamos la perspectiva de una auto-descripción a una propuesta de valor centrada en el cliente o audiencia.
Cómo Transformar Tu Mensaje
1️⃣ Conoce a Tu Audiencia: ¿Qué problemas tienen? ¿Qué resultados esperan?
2️⃣ Traduce Tus Habilidades en Soluciones: Si eres un estratega en negocios internacionales, explica cómo esas estrategias impactan en la competitividad global de las empresas.
3️⃣ Destaca Resultados: Muestra ejemplos o logros que reflejen tu aporte.
4️⃣ Usa Lenguaje Beneficiario: Habla en términos de "ayudo", "transformo", "resuelvo".
Transformando el Mensaje
Supongamos que eres un profesional de Negocios Internacionales y estás buscando mejorar tu marca personal para atraer oportunidades laborales o comerciales.
"Soy un profesional de Negocios Internacionales con experiencia en comercio exterior."
"Ayudo a empresas a expandirse en mercados internacionales diseñando estrategias comerciales efectivas y optimizando sus operaciones logísticas para aumentar su competitividad global."
👉 Diferencia: El segundo mensaje no solo describe habilidades, sino que conecta con las necesidades del cliente o empleador y muestra un impacto claro.
Pasar del "yo soy" al "lo que puedo aportar" no es solo un cambio de palabras, es un cambio de mentalidad. Este enfoque te permite conectar con las necesidades reales de tu audiencia, diferenciarte de otros profesionales y construir una marca personal relevante y memorable.
🤔 ¿Cómo describes actualmente tu marca personal?
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