El entrenador-espectador.
La cartelera es al espectador lo que el banquillo al entrenador: la cartelera ofrece películas, el banquillo, jugadores. Llega el fin de semana y el consumidor de cine fija su atención en la oferta de películas mientras que el entrenador se centra en el repertorio de jugadores.
Si eres un jugador veterano o has estado un tiempo sentado en el banquillo, no te hace falta seguir leyendo. Ya sabes lo que se le pasa a tu entrenador por la cabeza. Pero si eres un recién llegado al mundo del balón o no has estado en la banda lo suficiente, no te viene mal continuar con la lectura.
El espectador debe elegir entre un número limitado de películas. Sabe que se gastará dinero en el desplazamiento, en la plaza del parking o en los billetes de transporte público, en las bebidas y las palomitas y, por supuesto, en las entradas. Por eso afina en su elección: se informa sobre el título y el protagonista, ve el trailer durante la semana, se aferra al director y…finalmente se hace la pregunta: todo esto está muy bien, pero…¿de qué va esta peli?
El entrenador debe elegir entre un número limitado de jugadores. Sabe que de su elección dependerá el resultado del equipo y, por tanto, del futuro de todos, incluido el suyo propio. Sin duda, que se la juega mucho más que un mero espectador, pero su cabeza funciona de forma similar: porque conoce al protagonista, ha visto el trailer durante la semana y, cuando gira su cabeza durante el partido para echar un vistazo a los jugadores que tiene en el banquillo y buscar la mejor solución a lo que pasa, se hace la misma pregunta final: ¿De qué va este protagonista?
Tanto el espectador como el entrenador buscan lo mismo: seguridad, certeza. No hacen experimentos a la hora de decidir. La peli del cartel o el jugador del plantel.
Así que, querido jugador, cuando el mister se dé la vuelta y mire cada uno de los rostros que se encuentran sentados en el banquillo, debes poner la cara de Neo en Matrix y transmitirle esa sensación de ser el elegido y contagiarle la certidumbre de que no sólo salvarás al equipo, sino que además le llevarás a la tierra prometida.
Pon cara de celebridad de peli cara. Porque la cabeza del mister funciona igual que la de un espectador en busca de la peli que le salve la vida el fin de semana.