El experimento de la cárcel de Stanford y la ética en la investigación
El experimento de la cárcel de Stanford fue un estudio psicológico dirigido en 1971 por Philip Zimbardo. Buscaba estudiar el comportamiento humano en cautiverio, asignando roles de "prisioneros" y "guardias" a estudiantes voluntarios.
Los participantes rápidamente interiorizaron sus roles, mostrando abusos de autoridad y sumisión. Los "guardias" sometieron a tratos degradantes y sádicos a los "prisioneros", quienes presentaron graves crisis emocionales.
El experimento reveló cómo personas comunes pueden cambiar drásticamente al asumir roles de poder absoluto o indefensión total. Pero transgredió límites éticos al provocar daño psicológico real en los participantes sólo para validar hipótesis.
Tras 6 días, Zimbardo abortó el experimento impactado por su propia inmersión en el rol de "director de prisión". El estudio demostró los peligros de dejar que la investigación científica avasalle la integridad de los sujetos.
El caso es ampliamente discutido en psicología. Si bien aportó conocimientos relevantes, el fin no justificó los medios antiéticos. Serviría para establecer estrictos códigos de ética y comités de revisión que protejan a sujetos de abusos en aras de la ciencia.
Referencias:
- Zimbardo, P.G. (1973). On the ethics of intervention in human psychological research: With special reference to the Stanford prison experiment. Cognition, 2(2), 243-256.
- Carnahan, T., & McFarland, S. (2007). Revisiting the Stanford prison experiment: Could participant self-selection have led to the cruelty?. Personality and Social Psychology Bulletin, 33(5), 603-614.
- Milgram, S. (1963). Behavioral study of obedience. The Journal of Abnormal and Social Psychology, 67(4), 371.
- American Psychological Association. (2017). Ethical principles of psychologists and code of conduct. APA.