El fracaso de la Superliga: la culpa es de la comunicación

El fracaso de la Superliga: la culpa es de la comunicación

En apenas 48 horas, el globo de la Superliga promovida por doce equipos europeos se ha desinflado, que no pinchado, lo que significa que hay una opción de volver a llenarlo de aire. Tengo para mí que la culpa no ha sido de la UEFA, ni de la FIFA, ni de los gobiernos y partidos políticos (¿qué pintan en esta guerra?) ni de las Federaciones, ni de los aficionados…. 

Analicemos, con la información disponible, las razones del fracaso. 

1-    Leo en una noticia que el primer y apresurado comunicado de la Superliga es cutre, mal redactado, sin una marca bien diseñada y que no hay detrás un equipo de comunicación gestionando el proceso. 

2-    No hay un propósito claro, más allá del objetivo meramente económico. ¿Cuál es el beneficio real que aportará a la sociedad, a los clubes modestos, a los futbolistas, a los aficionados? ¿Dónde se explica el valor, la trascendencia, el impacto este proyecto? La empatía no juega en esta liga.

3-    Se lo han guisado en solitario, y la percepción es que pocos serían los invitados a la mesa. Todo indica que no se ha realizado un ejercicio de análisis de la realidad que rodea al mundo del fútbol, de las emociones que suscita, de sus necesidades colectivas. Sin escucha activa no hay oportunidades para un diálogo franco y abierto. Sin escucha activa no hay proyectos ganadores. 

4-    Un proyecto de esta dimensión, llamado a cambiar las estructuras del deporte rey en Europa, hubiera merecido un despliegue argumental intenso, magníficamente organizado, con capacidad para ilusionar, apoyado en voces prestigiadas y admiradas por los aficionados... Y sin embargo, todo ha quedado en sendas notas de prensa (anuncio y reacción a la retirada de los clubes ingleses) y la comparecencia de Florentino Pérez en El Chiringuito.

5-    La improvisación ha quebrado el plan: nocturnidad, apresuramiento, inadecuada elección del momento… ¿Era oportuno lanzarlo justo cuando la UEFA presenta su nueva Champions League? ¿Ha sido buena idea hacerlo una semana antes de las semifinales de la Champions en la que participan 3 de los clubes implicados -¡ay las represalias!-?

Esto es un apunte de urgencia. Seguro que es un análisis incompleto, pero como no podemos culpar del fracaso al  cha-cha-cha, diremos que la culpa es... de la (pésima) comunicación. 

Gracias Arturo, buena reflexión. Seguro que les llegará de alguna forma, pero no sé si aprenderán de los errores. Los que tiene mucho poder suelen ser los que antes comenten estos errores por una superioridad mal entendida (y mal gestionada).

Manuel Sevillano Bueno

Director de Reputación y Sostenibilidad en ATREVIA

3 años

Buen análisis, Arturo; hay ciertos tipos (suelen ser hombres:), que por alguna extraña razón creen que gestionar expectativas no va con ellos...

Buen ejercicio práctico sobre la importancia de la comunicación.

Lidia Alcaide

Crisis, Risks and Legal Issues Director (Europe) at LLYC / Crisis and Reputation - Legal issues - Corporate Affairs

3 años

Magnífico análisis, Arturo. ¡Corto pero muy claro!

Eduardo Zaldívar

Comunicación y Asuntos Públicos

3 años

En qué momento un proyecto de esta envergadura y “misión” (salvar el fútbol) se lanza sin una adecuada estrategia (análisis, plan de comunicación y gestión de grupos de interés) La historia creo que dirá que la respuesta también ha sido bastante ramplona. Ha habido más inconsciencia de unos que puntería de otros. Ensimismamiento en todas partes. La comunicación es el “fútbol” de las organizaciones, llenas de improvisados seleccionadores y tertulianos espontáneos, pero en éste caso se han juntado el hambre y las ganas de comer. La comunicación se ha convertido en “ese” fútbol para los grandes gestores de clubes y organizaciones, precisamente cuando su negocio vive de la comunicación. Lo que ha quedado retratado es el nivel de los que gestionan este impresionante negocio.

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