El Gasto Innecesario del Maquillaje Organizacional

“Solo porque todo el mundo crea que algo es verdad, no significa que lo sea.”

¿Alguna vez has escuchado la fábula de “El traje nuevo del Emperador” ?, Es la fábula de un Rey vanidoso capaz de gastar cantidades impresionantes de dinero para lucir las mejores telas, un día llegan dos “sastres” con la promesa de crear el mejor traje del mundo elaborada con una tela especial, que solo las personas más inteligentes y sofisticadas del reino serían capaces de ver, el Rey entusiasmado les da el dinero que pedían los sastres para su elaboración

Pasado un tiempo el emperador tenía curiosidad por saber cómo iba su traje, pero tenía miedo de ir y no ser capaz de verlo, por lo que prefirió mandar a uno de sus ministros. Cuando el hombre llegó al telar se dio cuenta de que no había nada y que lo que los tejedores eran en realidad unos farsantes, pero le dio tanto miedo decirlo y que todo el reino pensara que era estúpido o que no merecía su cargo, que permaneció callado y fingió ver la tela.

Al escuchar la noticia de su mensajero el Rey decidió ir con su séquito a comprobar el trabajo de los tejedores. Pero al llegar se dio cuenta de que no veía nada por ningún lado y antes de que alguien se diera cuenta de que no lo veía se apresuró a decir:

- ¡Magnífico! ¡Soberbio! ¡Digno de un emperador como yo!

Su séquito comenzó a aplaudir y comentar lo extraordinario de la tela. Tanto, que aconsejaron al emperador que estrenara un traje con aquella tela en el próximo desfile. El emperador estuvo de acuerdo y pasados unos días tuvo ante sí a los tejedores con el supuesto traje en sus manos.

Comenzaron a vestirlo y como si se tratara de un traje de verdad iban poniéndole cada una de las partes que lo componían.

El emperador se miraba ante el espejo y fingía contemplar cada una de las partes de su traje, pero en realidad, seguía sin ver nada.

Cuando estuvo vestido salió a la calle y comenzó el desfile y todo el mundo lo contemplaba aclamando la grandiosidad de su traje. (ya que solo podía ser apreciado por las personas más Inteligentes y Sofisticadas)

- ¡Qué traje tan magnífico!

- ¡Qué bordados tan exquisitos!

Hasta que en medio de los elogios se oyó a un niño que dijo:

- ¡Pero si está desnudo!

Y todo el pueblo comenzó a gritar lo mismo, y fue en ese momento que la sugestión colectiva fue insostenible.

¿Le suena familiar?, Esto mismo pasa en las organizaciones, cuando existen distintivos, certificaciones, rankings, donde se premian y lucen a las mejores “culturas organizacionales”., pero cuando estos reconocimientos organizacionales, no están sostenidas con un verdadero trabajo de estructura y cultura laboral, lo premios y reconocimientos resultan contradictorios, con la realidad que viven los colaboraciones, clientes y proveedores de la organización, ocasionando más que una inversión, un gasto ya que esa incongruencia merma en lo más importante para el fortalecimiento de una cultura organizacional ….LA CONFIANZA., y nos damos cuenta de ello cuando los diferentes programas, distintivos, incluso Team Building, no se ve una mejora en los indicadores claves, disminución de la rotación o en propuestas de innovación y mejora por parte de los colaboradores, ya que son iniciativas de Maquillaje Organizacional, que  pueden servir para “lucir”, algo que no existe en realidad y que es insostenible a mediano y largo plazo.

 Utilizar recursos y herramientas como  a Distintivos, Rankings, Normas como la Nom-035-STPS-2018,  ISO 45003 para los Riesgos Psicosociales, Kaizen, etc., pueden funcionar muy bien a estructurar y potencializar los comportamientos de éxito que ayudarán a que la organización llegue a los objetivos establecidos, pero requiere compromiso y seguimiento sobre todo de la Alta dirección, en caso contrario esto se convierte en un verdadero gasto innecesario, ya que las normas, Distintivos etc., por si solos no funcionan si no hay un verdadero compromiso, seguimiento y estrategia.

Para trabajar efectivamente en una cultura organizacional antes de un distintivo, metodología o norma , se requiere de un compromiso genuino, congruente, estratégico, se requiere tomarse en serio la cultura organizacional como ventaja competitiva, en caso contrario, no faltara ese niño que evidencie la desnudez de nuestro maquillaje organizacional.

Por. Ivonne Borden Eng.