El impacto de la Inteligencia Artificial en el mundo del trabajo
Mi amigo Dante siempre plantea los temas más desafiantes:
Si el 80% de los trabajos actuales van a ser hechos por AI y por robots, hasta que los humanos encuentren otras formas de crear valor transable, ¿cómo se va a manejar la transición? Es decir, sin fuerza humana trabajando para obtener capacidad de compra (demanda), ¿cómo se lograrán los equilibrios de mercado? ¿Cómo sería una economía de sueldo universal sin mérito? ¿Con salarios cada vez más bajos?
¡Qué pregunta interesante y tan actual! Lo primero que es evidente es que las personas somos seres gregarios y siempre necesitaremos de otras personas: Nadie va hacer una repe más en el gimnasio porque lo motive una PC, ni un niño va a esforzarse en aprender las letras para hacer sentir orgulloso a un robot; así que en principio las entrenadoras y las maestras jardineras pueden estar tranquilas. Claro que los planes de entrenamiento y los planes de estudio si se pueden hacer (posiblemente ya se hagan) más rápido y mejor con Inteligencia Artificial, pero el “aspecto humano” de esos trabajos va a seguir siendo necesario siempre.
En general, la tecnología sólo ayuda a hacer parte del trabajo, no hace “los trabajos”. Sólo los humanos tenemos esa capacidad de “crear valor transable” utilizando herramientas que le permitan trabajar de forma cada vez más eficiente, ganando lo que se conoce como “productividad[1]”. Claro que permanentemente hay empleos que se vuelven obsoletos y desaparecen[2], y cuán ardua sea transición de algunos tipos de empleo a otros va a depender de la flexibilidad que la sociedad se haya dado a sí misma para sacar sus recursos de un proyecto y asignarlos a otro más rentable. La historia es clara: hasta ahora, todas las crisis de empleo fueron causadas por exceso de regulaciones; mientras que los avances tecnológicos siempre generaron más trabajos de los que eliminó.
Respecto a los “equilibrios de mercado”, éstos se logran siempre, por definición. Es el punto donde las curvas de oferta y de demanda se encuentran. El efecto de un aumento de productividad por desarrollo tecnológico es un aumento de la curva de oferta, generando que haya más bienes a un menor precio:
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Y si se mira bien… más cosas más baratas para todos… Eso es exactamente una forma de “economía de sueldo universal sin mérito” salvo que la tecnología “subsidia” desde el lado de la oferta y no de la demanda.
Adicionalmente, recordemos que el nivel de salarios depende de la productividad marginal del trabajo, algo que la Ciencia Económica puede explicar teóricamente con claridad, pero que sobre todo se verifica una y otra vez en la realidad.
Nadie conoce el futuro, pero todo hace preveer que el aumento de productividad por la incorporación de Inteligencia Artificial al empleo tendrá como consecuencia mayores salarios y menores costos. Parece más realista hoy imaginar un escenario de “subsidios universales” de este tipo, que uno donde desaparezca trabajo.
Finalmente, nos define mucho más nuestra condición de seres humanos que las herramientas que circunstancialmente estemos usando. La ambición de vivir mejor, que siempre ha motorizado a nuestra especie, garantiza que haya otro empleo que nunca desaparecerá: El del emprendedor: esa persona que pone todo su esfuerzo y creatividad buscando satisfacer las necesidades de los demás… a cambio de dinero.
Seasoned Sr. Engineering Manager and Fullstack Software Engineer
5 mesesInteresantísimo lo de considerar la como subsidio de la oferta a la tecnología.