El Kaizen o cómo convertirnos inevitablemente en mejores seres

El azar jamás trae la transformación de la realidad, por tanto, no existe un milagro divino que nos rescate de nuestros problemas. Pero sí hay un gran intento de solución para cada uno de ellos: los pequeños cambios, que son los que conducen a los grandes y mejores resultados.

Esto es aplicable tanto a nuestra realidad como Argentina, como la realidad de nuestra vida cotidiana.

Por ello hablaré de Kaizen como lo que es, una corriente filosófica más y también una solución para nuestra realidad personal y general.

Un breve cuento

Después de su derrota en la Segunda Guerra Mundial, Japón adopta esta filosofía para salir delante de la catastrófica situación en la que se había metido y en la que EEUU lo había dejado, perdiendo su Imperio y casi todo lo material y anímico que consideraban positivo. Pero en vez de refugiarse en la queja, aprovecharon lo que nosotros tenemos en Argentina: conocimiento, determinación, capital humano y ausencia de guerra. Esto sin siquiera considerar todas las bondades de nuestra tierra, como los recursos naturales o los variados climas y paisajes sobre nuestras amplias superficies.

Sin siquiera mirar hacia el lado de la política o la cultura imperante en Argentina, lo digo como ingeniero y como quién escribe este artículo, mi creencia es que solamente necesitamos un muy buen plan para conseguirlo absolutamente todo, necesitamos un buen sistema.

Podemos partir de la nada material más absoluta y aun así emular, y hasta mejorar a Japón. Evitando los errores nipones, que a toda luz hicieron y hacen mella en materia psicológica sobre su población, con la adición de nuestras criollas y equilibradoras costumbres.

¿Qué es el Kaizen?

El Kaizen es una rama de la filosofía, una ampliamente probada en la realidad moderna y que ha cosechado muchos éxitos.

Kai-zen es uno de los enfoques humanistas más transcendentales de la historia, la etimología refleja las palabras japonesas Kai como cambio y Zen como beneficioso. Beneficioso, debe entenderse desde la perspectiva Taoísta, es decir, buscando el bien común altruista y no el bien egoísta. De esto último se desprende que un equipo o grupo enfrentado, dónde el egoísmo prima sobre el fin común, no tiene punto de comparación alguno con uno sinérgico, funcional, colaborativo y flexible.

Algo muy importante a considerar por esta rama filosófica es que el cambiar a mejor del Kai-zen o mejora, debe ser algo continuo. La variación positiva debe prolongarse en el tiempo de forma sostenible. Es decir, cada día proponernos una pequeña mejora. Un infinitésimo cada día, porque las mejoras diminutas conducen inevitablemente a grandes cambios a mediano y largo plazo.

¿Por dónde comenzar?

Sea comencemos a aplicar el Kaizen a cualquiera de nuestros nichos como el familiar, empresarial, profesional, educativo, financiero, político, relacionado con nuestra salud mental, o nuestra salud física o nuestro estado espiritual, el efecto multiplicador llevará inevitablemente que lo implementemos en cada uno de los rincones de nuestras existencias y sume como un todo. Pero la pregunta con fácil respuesta es, ¿por qué no comenzar por todas las áreas fundamentales de nuestra vida? De la que se desprenden otras preguntas prácticas como:

¿Cómo cambiaría tu salud y tu cuerpo si entrenaras 15 segundos más al día?

¿Cómo mejoraría tu concentración, capacidad de comunicación y dialéctica si leyeras un libro más al mes?

¿Cómo mejoraría tu salud mental si buscaras más y mejor contacto con tu parte espiritual y con la naturaleza semana a semana?

¿Cómo prosperaría tu negocio si pidieras y escucharas cada semana una sugerencia más de tus asesores, empleados y clientes que comparten esta u otras filosofías de vida aditivas como el Kaizen?

¿Cómo se sentiría tu pareja o tus hijos si cada día encontraras una nueva manera para hacerlos sentir amados?

¿Cómo reaccionarían tus empleados si cada día fomentaras un poco de mejora en el clima laboral para con ellos y les hicieras saber lo importante que son en tu vida y en tu negocio?

Más que un tema cultural

El Kai-zen no es un gen, una raza, una competencia/habilidad o algo parte de una cierta comunidad. Es una filosofía, un sistema, una metodología universal, escalable y adaptativa. Quienes hayan comprendido su funcionamiento tendrán el potencial de aplicar el método Kaizen tanto a su vida profesional como personal, las que en esencia son lo mismo. Al ser humano le cuesta vivir en cambio continuo, le desagrada la idea de que las cosas puedan ser diferentes, que la existencia misma nos saque de nuestras zonas de confort por el cambio mismo. Pero así es la vida, nos guste o no. Todo cambia y está en nosotros ser parte de dirigir nuestro cambio o dejarnos naufragar.

 Por mi parte llevaré esta filosofía hasta el último de mis días, hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy.

Mejora el proceso, y mejora la mejora, mejora tu vida y la de los demás.