¿El líder puede ser coach? (parte 2)
El otro día hablamos sobre las posibles conductas que un jefe pueda tener, enfocándolas desde el punto de vista de un estilo directivo tradicional. Estas podían ser: Ordena, persuade, debate y abdica.
Ya hablamos que cuando un jefe es muy autocrático le gusta sentir que tiene el control por eso basa su liderazgo en una conducta de orden y mando.
Ahora vamos a descender el nivel de autocracia y ver otras posibles conductas.
Persuade
En este tipo de conducta el jefe nos presenta su buena idea y nos intenta convencer de lo buena que es.
Nosotros sabemos que no es aconsejable desafiarlo, así que nos sonreímos y nos mostramos complacientes llevando a cabo sus instrucciones. Parece una situación mas amable que la anterior de ordena, pero ¿lo es en realidad? Al final acabamos haciendo lo que él dice y no le damos nuestra opinión. La situación no ha cambiado mucho.
Debate
Si avanzamos un poco más en la conducta, llegamos al debate. Aquí realmente se empiezan a usar todos los recursos, y es posible que un buen líder este dispuesto a seguir un camino distinto al propio, siempre que este vaya en la dirección correcta. Pero el debate democrático, puede consumir mucho tiempo y generar indecisión.
Abdica
En el extremo final de la conducta, el líder deja que el subordinado haga lo que considere más conveniente otorgándole libertad para decidir mientras él puede dedicarse a otras tareas.
Esta conducta supone un riesgo para ambos:
· El líder ha abdicado de su tarea, pero sigue teniendo la última palabra.
· El subordinado no puede desempeñar bien su tarea si desconoce aspectos de ella.
La intención de dar la responsabilidad a su gente es buena, de esta manera aprenden a asumir mas responsabilidades, pero se deben dar algunas condiciones para que logre su objetivo.
1. El subordinado no debe asumir la tarea por obligación sino por decisión propia.
2. El líder deberá dar además de la responsabilidad la autoridad para decidir, siempre que se pueda dar.
3. Y por último el subordinado deberá tener la necesaria información para poder realizar con eficacia su tarea y tomar las decisiones.
Todas estas conductas no son buenas ni malas y cada una de ellas puede ser la ideal para situaciones concretas, pero cuando no se den esas situaciones concretas ¿Cuál es la ideal?, pues ninguna de ellas, para mi la ideal seria la conducta del coaching.
Coaching
La mayoría de lideres se posicionan en algunos de los extremos de las conductas que acabamos de ver, pero el coaching se encuentra en un lugar completamente distinto y puede aprovecharse de los beneficios de ambos extremos al tiempo que evita sus riesgos
Como el dialogo y la relación que se establece en el coaching no son amenazantes y lejos de quitarle la autoridad y responsabilidad al subordinado le ofrece su apoyo este confiara en su líder y le contara la situación real de las tareas y además se comportara de igual manera en su ausencia
En conclusión, el coaching otorga al líder un control real, no ilusorio, gracias al entendimiento mutuo generado y da al subordinado también una responsabilidad real y no ilusoria sin autoridad.
Luis Esteban