El liderazgo ágil como el fútbol

Recientemente pudimos apreciar el mundial de Catar 2022 y junto a este maravilloso torneo deportivo de futbol hemos visto diferentes formas de ejercer el liderazgo en escena. 

El liderazgo más evidente es el que se ve en el terreno del fútbol, es decir en la dinámica que ofrecen los 11 jugadores durante el partido. Allí suceden muchas cosas interesantes para analizar, pero no es el único terreno en donde se ejerce liderazgo, también están los entrenamientos y la institucionalidad ofrecida por las federaciones de fútbol y, dentro de cada uno de ellos se ejercen otros liderazgos, los del técnico y su cuerpo técnico con todos los jugadores (esto incluye a los suplentes) y los del cuerpo administrativo federativo que velan por que las cosas sucedan. 

Podríamos decir que en resumen, tenemos un GRAN EQUIPO con distintas responsabilidades pero, ¿todas las federaciones de fútbol lo ven así?, ¿todos los cuerpos técnicos lo ven así?, ¿todos los equipos de fútbol lo ven de esta forma?.

Regresando al mundial Catar 2022 me gustaría enfocarme en la final de Argentina y Francia (dejando de lado el debate de quien "mereció" más o menos ganar), allí el mundo pudo apreciar dos propuestas diferentes de ejercicio del liderazgo: 

• El liderazgo servil y de equipo.
• El liderazgo verticalista, individualista y mesiánico.

Mientras un grupo poseía un talento dedicado a intentar liberar los impedimentos del equipo, el otro poseía un talento solitario, buscando salvar el día, y claro que casi lo logra!, pero al final del día ¿cuál grupo tiene más chances de ganar un torneo? ¿el que posee talentos estrellas pero no funciona como equipo o el que posee talentos asociados en un equipo liderado con humildad? Parece evidente la respuesta, y entonces me surge una duda: Si es tan simple y todos lo sabemos, ¿por qué entonces no lo ejercemos en nuestra vida del día a día?

Gestionar a un grupo humano con 26 jugadores, todos talentosos o en camino a serlo, con diversidad de edades, de origen social, de región de pertenencia (cultura predominante), etc., no es fácil. 

Comprender que cada persona es un ser diferente, que piensa y siente distinto, que posee creencias y expectativas distintas para su vida. Cada una de esas personas con talentos, virtudes, defectos y capacidades diferentes... suena complejo ¿verdad?, ¿pero acaso no es similar a la gestión de nuestro día a día?

Gestionar las emociones y ayudar a que las gestionen, es un desafío para cualquier individuo más aún para un solo líder. Aprender a asimilar las derrotas (pérdidas), críticas e incluso victorias es un desafío con el que todo líder debe lidiar en el día a día. En definitiva, ese líder trabajará en resolver esos impedimentos que se produzcan en el camino y hacerlo ofreciendo transparencia para no herir susceptibilidades y respetar el derecho de todos al conocimiento.

En un partido de fútbol, un solo jugador talentoso difícilmente haga al éxito de un partido, incluso puede haber muchos de ellos, pero si no hay equipo y no hay un buen líder detrás, las probabilidades de éxito se verán ridículamente reducidas a su mínima expresión. 

En el Mundial 2018 vimos a un equipo Argentino lidiando con problemas en las sombras, un grupo opaco, sin brillo, sin generar música. En el 2022 vimos a un equipo Argentino tocando una hermosa sinfonía y brillando a cada paso de menor a mayor, entonces ¿qué cambio?. Cambió la gestión, cambio la propuesta de liderazgo, cambió la energía del grupo transformado en equipo. Ese equipo sufrió una transformación organizacional que trabajo sobre la propia cultura existente.

Gestionar los altos y bajos, las crisis. Quedarse y avanzar, dejar atrás el dolor, el error, el fracaso y convertirlo en aprendizaje es una de las cualidades que hacen que un equipo y sus líderes se recuperen pronto de una caída y se levanten para ir al siguiente nivel. Así sucedió con argentina en Catar.

Al final, un equipo de fútbol puede fácilmente compararse con un equipo ágil: 

Tienes al Representante Federativo devenido en Product Owner, defendiendo los intereses de los clientes (razón de existir) externos e internos, velando por lograr que la propuesta de valor de su producto sea cada día más exitosa y trabajando junto a sus stakeholders para lograr que todo el entorno junto al backlog esté alineado y sea como debe ser.

Luego tienes al Director Técnico, Scrum Master, dedicado a transmitir el conocimiento al equipo, buscando liberar los impedimentos que se puedan producir durante el scrum, transparentando y tomando desiciones que ayuden a que los objetivos se cumplan de la mejor forma que sea posible y por supuesto, colaborando activamente en sociedad con el Product Owner. 

Por último tienes al Equipo de Fútbol, un Scrum empoderado, trabajando en equipo de forma autogestionada para lograr el incremento deseado que los pueda llevar al siguiente sprint. Un scrum que trabaja iterativamente en crecimiento, aumentando su valor para alcanzar la meta. 

¿Y Messi?, ¿y el gran líder?, ¿no está dentro del team? ¿no le das ningún cargo o valor a ese tremendo jugador con zurda endemoniada?. Pues tiene una cinta en el brazo y creo que es indicativo de que para algo está ¿cierto?. Aún así, yo creo que Messi es de esos líderes modernos ágiles que ha sabido hacer una lectura correcta de lo que es ser un buen líder... el no grita, el no presiona a sus compañeros, el no se impone por sobre el resto, el no impone su poder. El va primero a patear el penal. El da el ejemplo. El es un humilde servidor que busca ayudar a alcanzar el éxito. Simple, no hace falta decir más.

Acaso ¿puede un equipo trabajar sin líderes?, ¿ser líder significa tener un cargo?, ¿los equipos exitosos de alto rendimiento que poseen en común? Si, si, todos los sabemos pero a veces viene bien que lo recordemos ¿verdad?.

Thinking outside the box

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