El manejo de las relaciones personales.
A través de los años, las experiencias que los seres humanos vamos recogiendo en nuestro tránsito por la vida, nos indican claramente que más allá de que tengamos absolutamente claro y definido cual es el camino para nuestro crecimiento y para nuestro desarrollo personal, y que lo podamos estampar en un papel, y llevarlo a la práctica en un plan que iremos cumpliendo etapa por etapa, hay otras habilidades que tenemos que manejar con la máxima soltura, porque van a tener una incidencia directa en el éxito definitivo del cumplimiento de nuestros sueños.
Y la comunicación y el buen manejo de las relaciones personales, son un pilar fundamental en esta interacción social en la cual estamos todos integrados, donde está inmerso nuestro propio proyecto de vida.
Y si bien existe un largo camino de introspección y de conocimiento de nuestro ser, hasta que llegamos a definir cómo queremos que sea nuestro presente y cómo queremos que sea nuestro futuro, también es cierto que una vez que sabemos, a ciencia cierta hacia donde queremos dirigirnos, de ninguna manera lo podemos hacer solos y aislados de una realidad que es el escenario donde nos movemos diariamente.
Siempre nosotros tenemos que analizar no solamente las metas y los objetivos que nos fijamos, que por supuesto son extremadamente importantes, sino el contexto donde se está manejando y donde se está moviendo nuestra vida.
Aprendemos a hablar desde muy pequeños, pero puede transcurrir toda nuestra vida sin que aprendamos a comunicarnos, son dos cosas completamente distintas, sin que hayamos adquirido esa habilidad tan trascendente para el cumplimiento de nuestros proyectos vitales.
Y justamente, en este Siglo XXI, que tantas veces lo hemos dicho y lo reiteramos otra vez, que es el Siglo de las Comunicaciones, donde inmediatamente basta apretar nuestro pulgar y recorrerlo sobre el teclado de nuestro teléfono celular, para poder enviar un mensaje a cualquier parte del mundo, y del mismo modo nos sentamos frente al ordenador y allí escribimos un correo electrónico también hasta los lugares más recónditos del planeta.
Pero este tipo de comunicación, que indudablemente ha avanzado a pasos agigantados, y que permite hoy en día el contacto directo, virtual, entre los seres humanos, tiene también un aspecto negativo.
¿Cuál es la consecuencia de esconderse y escudarse detrás de la pantalla de la computadora o del pequeño teléfono celular? Y es que vamos perdiendo progresivamente nuestra capacidad de comunicarnos cara a cara, frente a frente, de decirnos aquello que sentimos y de mirar a los ojos de nuestro interlocutor.
Y, es el momento de que yo te pregunte: ¿cómo te comunicas tú con los demás? ¿crees que es un problema en tu vida o lo haces con facilidad y con fluidez, entendiendo claramente aquello que tus interlocutores circunstanciales te quieren trasmitir? Y no es para que tú te sorprendas y te sientas invadido por esta pregunta. Lo que sucede es que la comunicación efectiva es fundamental para emprender con un buen pronóstico, este viaje acerca de mejorar nuestro estilo y nuestra calidad de vida.
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Ocurre tantas veces que no sabemos a qué atribuir las dificultades naturales que tenemos para alcanzar nuestros objetivos, que buscamos y buscamos causas, sin encontrar las respuestas adecuadas. Pero claro, cómo vamos a encontrar una respuesta adecuada, si estamos buscando donde no tenemos que buscar.
La comunicación efectiva, el buen manejo de nuestras relaciones personales, es un capítulo que en general no revisamos demasiado a la hora de tratar de entender por qué no tenemos éxito para concretar nuestros proyectos.
Y uno puede aprender, y aprendemos de hecho, muchas cosas a lo largo de la vida. Pero todas esas cosas que aprendemos, no son más que herramientas que vamos ordenando cuidadosamente en ese taller interno que tenemos y que demuestran su valor si somos capaces de utilizarlas en el momento y en el lugar adecuado.
Dr. Walter Dresel