El miedo como palanca de presión para las OTAS

Todo hotelero conoce los riesgos de dejar su distribución en manos de terceros. Pero ¿Qué ocurre cuando un pequeño hotel intenta limitar la venta a los intermediarios más grandes y depender más de sí mismos? La penalización y el miedo a no vender son tan grandes que vuelven a ceder todo su inventario a dichos intermediarios.

Hablando con uno de los hoteles miembro del Club Rusticae me comenta que ha tenido que volver activar a Booking.com el pago anticipado de la reserva, siendo Booking.com el que cobra dicha reserva ofreciendo un descuento al cliente y mejorando la tarifa de la propia web del hotel.

Cuando le pregunto al hotel que ¿Por qué ha vuelto activar el pago anticipado de Booking.com? su respuesta deja muy claro el nivel de miedo y penalización que sufren los hoteles por parte de estas OTAS. Me comenta que “desde que lo desactive, me penalizaron, bajando mi visibilidad notablemente en su plataforma”, “no puedo perder ese nivel de reservas en estos momentos” terminaba diciendo.

Booking.com penalizo al hotel de forma inmediata ofreciendo su tarifa básica (tarifa castigo) y disminuyendo la visibilidad del hotel incluso cuando hacías búsquedas geográficas muy concretas. La plataforma prefería mostrarnos hoteles a 15 km del municipio del hotel antes que el propio hotel con disponibilidad. Este castigo redujo considerablemente las ventas del hotel lo que obligo al hotel a permitir nuevamente el pago anticipado por parte de Booking.com

El hotel únicamente intentaba eliminar la disparidad generada por Booking.com y en cambio recibió un duro castigo en sus ventas. ¿Este es el tipo de paridad que pide Booking.com? El miedo como palanca de presión para aumentar su oferta y seguir ofreciendo “el mejor precio garantizado”.

Cuanta más dependencia de las OTAS mayores pueden ser las consecuencia de intentar limitarlas. Es necesario tener una distribución repartida y con una venta directa que acapare la mayor parte de nuestras reservas.