El mito de la motivación.

El mito de la motivación.

En la vida frecuente recurrimos a decirle a los demás “vamos motívate, tu puedes”, “es que te falta motivación”, “se mató por que no se motivó”, “si no se motiva seguirá deprimido”.

La realidad es que no analizamos la profundidad del significado en la palabra y por ello muchas personas tienden a ver esta palabra y darle un sentido de acción alejado de su realidad, se piensa que la motivación se enfoca en que una persona ande alegre y siempre con el ánimo en los cielos, que siempre este impulsada a seguir y continuar en sus objetivos, entre algunos otros criterios similares.

Cuando una persona está en el lado contrario de esta situación entonces se le percibe como una persona desmotivada y esto acarrea muchos mitos a el verdadero acto de “motivar y su significado real”, se llega a decir que los cursos y frases motivadoras son inservibles, que en realidad no son nada, no funcionan, entre muchas otras palabras que no escribiré, pero la realidad es que se habla de todo en esta vida y se habla más de aquello que uno no desea responsabilizarse.

Pues bien, si nos adentramos con responsabilidad y analizamos lo que realmente es “la motivación” descubrimos que el significado de motivación viene de motivar, de “motivo”, se nos dice que la “motivación es el conjunto de factores internos o externos que determinan en parte las acciones de una persona” (de acuerdo con la RAE).

Es decir que la motivación no es otra cosa más que “el conjunto de motivos o ideas, que impulsan a una acción”, dicho esto, entonces podemos aclarar que una persona no nos motiva, solo nos comparte ideas o motivos, una frase nos entrega su perspectiva, una reflexión nos ayuda y guía a internarnos, pero como todo en la vida “El verdadero trabajo es de cada uno y es interno”.

Es decir que una persona que se ha suicidado, en realidad estaba motivada, es decir que tenía motivos suficientes para moverse en la dirección que le llevo a destruir su vida, problemas, discusiones, acosos, entre muchas otras que pudieron haberle impulsado por ese camino, lo mismo sucede con una persona que alcanza sus objetivos, que cumple sus sueños.

Todos en la vida estamos motivados, pues todos contamos con ideas, pensamientos, impulsos que nos llevan a movernos o bien no hacerlo, la cuestión real de la motivación es “¿en qué dirección nos están llevando esos motivos? ¿Nos dirigen por el camino que realmente deseamos?, pues no esperemos que una palabra de aliento transforme toda la suciedad interna”.

Si tenemos mil mensajes o motivos negativos en nuestro interior, es lógico que necesitamos muchos más mensajes positivos en nuestro interior para ir limpiando, pues una gota de agua limpia y transparente no aclara un litro de agua negra, la motivación entonces no es otra cuestión más que las ideas reales que tenemos en nuestra mente y que nos producen ciertos sentimientos y emociones, la motivación no nos llevara por un buen camino, pues está siempre presente, esta solo nos llevara por el camino que nosotros deseamos ir.

Podría decir que no es más que un motor impulsor que siempre esta encendido, siempre está en marcha y trabajando pero somos nosotros quienes decidimos la dirección, solo tú puedes decidir con qué tipo de “motivos estas alimentando tu mente”, de estos dependerá la dirección que tome tu vida, pues la motivación siempre está funcionando.

Analiza tus motivos para estar donde estas, para hacer lo que haces, introdúcete en tu interior y respondete con sinceridad ¿Son claros mis motivos? ¿Me están llevando a dónde deseo? ¿Puedo encontrar mejores motivos para mejorar mi vida?

Columna de "el periodico de tlaxcala" por Ignacio Huerta Villarreal (coach personal, escritor y conferencista)

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas