El mundo VUCA llega a la política: Tendencias electorales
El mundo VUCA está aquí, y además ha llegado para quedarse. Si algo predomina en este momento, es la volatilidad y la incertidumbre. Y la política no se escapa de esa sensación que es habitual en la economía, en las empresas, o incluso en las relaciones personales. Hechos que hoy son realidades, en horas pueden reconvertirse de improviso o incluso desaparecer. Lo hemos visto estos días en la política española.
Mientras el ya expresidente Mariano Rajoy se congratulaba hace tan solo unos días por haber sacado los Presupuestos Generales del Estado adelante, garantizando en teoría la gobernabilidad hasta el final de la Legislatura, en apenas unas horas la situación política ha dado un vuelco. Tras la moción de censura que ha sacado a Mariano Rajoy de la Moncloa, el líder socialista Pedro Sánchez “muerto políticamente” hace unos meses, y desahuciado por las encuestas que lo desterraban hasta cuarta fuerza política, fue investido presidente del Gobierno de España dando un golpe de efecto. Nombró un gobierno muy centrado y con una amplia presencia femenina que ha descolocó incluso a Ciudadanos, un partido al que las encuestas hace unas semanas le daban como próximo ganador de unas elecciones, pero que ha quedado desbordado por las situaciones de los últimos días. Y, por si todo esto fuera poco, en menos de 6 días ha tenido que dimitir uno de sus ministros para no caer precisamente en lo que Pedro Sánchez había afirmado que cesaría al quien defraudara a Hacienda.
Como vemos, de una situación política más o menos estable con unos presupuestos aprobados con el apoyo de Ciudadanos y PNV, hemos pasado a un totum revolutum que ha dado un vuelco político al país. Moción de censura, nuevo gobierno y primera crisis de gobierno con la dimisión de un ministro en apenas unos días.
Una situación que se enmarca dentro del VUCA. Un término que fue creado por el US Army War College para describir la Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad del mundo surgido tras el fin de la Guerra Fría, y que tras utilizarse en el ámbito de la estrategia empresarial, también ha llegado al mundo de la política.
Realmente, esta situación de incertidumbre no es nueva. Es algo que se ha ido fraguando desde que comenzó la crisis, y está afectando no solo a nuestro país, sino a todo el mundo, tal y como vemos con el Brexit, el populismo que recorre Europa de Norte a Sur con ejemplos como el gobierno italiano o los gobiernos de varios países del Este de la Unión, o la presidencia de Trump en Estados Unidos. En España, esta situación ha roto por completo el tradicional juego de poderes del bipartidismo dando nacimiento a nuevos partidos que han recogido parte de ese descontento.
Estos acontecimientos pueden estar provocando un cambio de ciclo imprevisible, aunque hace un par de semanas parecía que el PSOE quedaba relegado a cuarta fuerza política, PODEMOS perdía posiciones a pasos agigantados por la crisis catalana o por la compra de una casa de sus líderes, y el PP no paraba de perder fuelle frente a un Ciudadanos desbocado en las encuestas, a estas alturas, la situación puede haber cambiado.
La llegada del nuevo gobierno, ha traído cierta pérdida de protagonismo de Ciudadanos, mientras que el Partido Popular se encuentra ya inmerso en un proceso de renovación interna que tiene que concluir en la elección de un nuevo liderazgo. En la posición de la izquierda, el pulso de Podemos para comerse a los socialistas sigue adelante una vez que las bases del cambio han avalado de nuevo a Iglesias y Montero en sus puestos, mientras que para el PSOE, el nuevo gobierno, de marcado talante europeísta y de centro, puede suponer una auténtica oportunidad para recuperar terreno perdido pese a ser un gobierno en minoría que cuenta con el apoyo de tan solo 84 diputados.
La desmovilización de la izquierda, y la llegada al Gobierno con un equipo lleno de profesionales y con mucha presencia femenina, puede ser un revulsivo que puede capitalizar el descontento con la clase política, recuperando a viejos electores, y atrayendo incluso a nuevos votantes de clases medias gracias al perfil centrista del nuevo Ejecutivo presidido por Sánchez.
En política, y más con la volatilidad actual, los dos años que quedan de Legislatura pueden ser un mundo. Las encuestas, como bien sabemos, no vaticinan el resultado electoral, tan solo hacen una fotografía del momento. Un momento que puede cambiar en cuestión de horas, tal y como hemos visto en las últimas semanas, inclinando la balanza de los huérfanos electorales que no saben a quien votar, provocando un trasvase de votos hacia el ‘voto útil’.
Al final, el resultado de las próximas citas electorales, y en particular, de la Elecciones Generales, será una cuestión de estrategia política. El voto útil, y sobre todo, el voto de la clase media que siempre inclina la balanza hacia un lado, o hacia otro, dependerá del liderazgo que sea capaz de ver todo el campo de acción, determinar los distintos escenarios que puedan plantearse, y evitar los movimientos aislados que se suelen impulsar con una visión sesgada de la realidad.
Algunas de mis reflexiones para combatir las consecuencias del mundo VUCA en entornos políticos:
- Reflexión, anticiparse a los posibles escenarios políticos.
- Saber que cada decisión tomada hoy, tiene unas consecuencias políticas mañana.
- Entender el contexto: económico, político y social. Todo es una red interconectada.
- Apoyarse en liderazgos sólidos, auténticos y fiables.
- Tener una visión global, perspectiva de las posibles opciones.
- La ética en la comunicación política. Coherencia y más coherencia en el discurso.