El nuevo paradigma del dinero

Tiempo atrás el dinero como lo conocemos hoy, no existía. Existía la cultura del trueque. El intercambiar unos bienes y/o servicios por otros. Si te fijas bien, la esencia de todo eso era vivir con lo necesario.

En la actualidad, disponemos del dinero en papel, que a fin de cuentas es una reserva de valor para poder obtener bienes, servicios, activos o experiencias.

El dinero ha cambiado de paradigma. Entrar en una espiral de gastos hoy en día es muy fácil en esta sociedad marcada por el consumo, la publicidad y el falso status basado en lo material que marcan las redes sociales.

Hoy, el dinero en buena parte regula nuestras emociones e influye en nuestras decisiones.

Por eso hoy te quiero hablar de tres conceptos fundamentales: disfrutar del dinero, el ahorro y la inversión.

Disfrutar del dinero

Vivimos en una sociedad donde las tasas de endeudamiento aumentan y las personas reflejan sentir ansiedad por su situación financiera. Según un estudio de la Unión de Créditos Inmobiliarios, uno de cada cuatro españoles no logra ahorrar a final de mes.

Es clave vivir en armonía con el dinero, con tus ingresos y los gastos que puedes asumir.

El dinero como tal, nunca debería ser un fin. El hecho de tenerlo no significa nada. Pero es un medio que otorga seguridad y estabilidad por las alternativas que ofrece. Es un medio para llevar a cabo proyectos, disfrutar de tus hobbies, ayudar a tu familia, contribuir con la sociedad o cumplir tus sueños.

Por eso es importante disfrutar del dinero y trabajarlo desde la conciencia. Lo primero, cubrir las necesidades básicas y trabajar por las metas futuras. De ahí en adelante, el disfrute.

El concepto de coste de oportunidad es la base de todo. Antojo vs necesidades reales. Cuando satisfaces un antojo, renuncias a esa cantidad poder preservarla.

La pregunta que debes hacerte es: ¿me doy ese capricho de forma consciente o lo hago sin pensar, con el piloto automático?

Por eso, el primer paso siempre es vivir en armonía con el dinero y tener una relación saludable con él.

El ahorro

El ahorro como concepto se trata de reservar una parte de los ingresos para mantenerlo disponible en un futuro. Tener un % de ahorro es el primer paso para tener esa armonía con el dinero. Si ajustas tus gastos a tus ingresos y mantienes una tasa de ahorro coherente, podrás disfrutar del dinero de manera consciente y poder tener esa relación saludable.

El ahorro es la base de todo porque es lo que aporta seguridad y estabilidad. El ahorro es la base de todo porque te hace libre para tomar decisiones.

Quien no ahorra es preso del impacto feroz del dinero. Quien ahorra, es libre y elige.

Ahora bien, entrando en lo técnico, siempre existirá el dilema de ahorrar o invertir.

Spoiler: ¡necesitamos ambas!

Ahorrar: ideal para mantener tu fondo de seguridad, acumular dinero durante X tiempo para darte ese antojo, ese viaje o un regalo a tu familia. Ahorrar es importante para tener la seguridad de un respaldo financiero y un medio para disfrutar de la vida.

La inversión

La joya de la corona. En esa relación sana con el dinero siempre debe estar la visión de largo plazo. Anteponer el progreso y el crecimiento al banal placer inmediato.

Invertir es necesario para generar valor en el tiempo, que tu patrimonio crezca y te brinde mayores oportunidades el día de mañana. Invertir es depositar ese ahorro en activos con la expectativa de que crezcan. Y con una buena estrategia y asesoramiento se puede conseguir.

Invertir es necesario porque es la única vía para que tu ahorro no se vea desgastado por la inflación y por esos impulsos de compra. Invertir, es el salvoconducto para el mañana.

Invertir requiere de paciencia, nadie se va a hacer millonario de la noche a la mañana. Invertir requiere de un plan sólido. El tiempo y la estrategia es lo que dará sentido a cualquier inversión.

Y la inversión te hará libre mientras te permite disfrutar de tu vida, en armonía con el dinero.

Imagínate un país donde todos tuviéramos un % de ahorro e inversión en relación a nuestros ingresos. Sería excepcional.

Reflexión final

Una cena con amigos, un viaje, unas zapatillas o la camiseta de tu equipo de fútbol. Siempre es importante disfrutar de ese tipo de cosas. La vida es muy corta como para no vivirla. No te pido que dejes de hacerlo, al revés. Solo te pido que lo hagas desde la conciencia y acorde a tus ingresos. Establecer una tasa de ahorro e inversión y a partir de ahí disfrutar.

Y por supuesto, trabajar esos antojos y gastos banales desde la conciencia. ¿Es más importante esas zapatillas o ahorrar para tu futuro?

Ese es el nuevo paradigma del dinero: ahorrar, invertir y disfrutar.

Desde luego, la seguridad que otorga vivir en armonía con el dinero y dormir sobre un buen colchón (también financiero), es el mayor de los placeres.