El oficio de...
Cambia la palabra “actor” por “jugador” y “director” por “entrenador” en lo que vas a leer a continuación y reflexiona unos instantes. Porque yo me veo reflejado en todo lo que Javier Bardem, Eduard Fernández y Luis Tosar cuentan en el documental hecho en 2005 por Mariano Barroso.
-“A veces hay directores que me piden hacer una cosa. Y yo se la hago. Pero me gustaría decirle, vale, pero para qué. Porque ese director no me ha mostrado la foto grande y no sé hacia dónde vamos con eso. Que dirijan lo global”.
-“Los actores tenemos que poner en duda al director. Porque siempre es al revés. Siempre nos pone en duda a nosotros. Y también nosotros debemos poner a prueba al director. ¿Qué es dirigir? Es decir para allá, en el sentido literal de la dirección. El director debe aglutinar lo que cada uno quiere hacer”.
-“Yo busco hacer personajes que sean diferentes, si no es la repetición de la fórmula que sé hacer y ya no es divertido ni para uno mismo”.
-“En “Antes que anochezca”, que hacía 4 edades, por la mañana tenía 45 años, a la media hora tenía 20 y al final de la jornada acababa en la cárcel…si no llego a tener todo esto bien atado y escrito y tener claro en qué momento estaba el personaje…hubiera sido la locura. Ese orden te mantiene enfocado. Si no, el cine lo que hace es desorientarte totalmente. El cine te vapulea: pa, pa, pa, pa… El tiempo, la presión, la ansiedad del equipo…debes estar en tu sitio”.
-“Al actor nos cuesta no pensar en nosotros…hay que pensar en la peli y no sólo en nosotros.
Lo que cambia es la mirada de los demás hacia ti. Se te permite más. te exigen menos. El centro de conversación sueles ser tú. El interés de la conversación va hacia ti. Entonces, tuyo es el trabajo de desmantelar todo eso. Me da pena personal y profesional. Porque ya no ves. Ahora te miran a ti. Ya no eres calle. Porque te encierras. Y ya no puedes ver, sino que imaginas lo que será No haces parte de tu trabajo. haces lo que imaginas que es lo que se mueve por ahí…
Es un oficio de miedos y miserias”.
Hasta aquí la hermosa conversación de tres de los mejores actores españoles. Me aconsejó un amigo, que es actor y jugón de fútbol, Rubén Sanz, que viera el documental. Tras escucharlo, me di cuenta de que los oficios de actor, de jugador, de director y de entrenador no están tan lejos. Y resulta casi calcada esa sensación de “ya no ser calle”. Porque tanto el actor como el deportista profesional se van alejando de donde salieron y, en ocasiones, ya no pueden ver y dejan de hacer parte de su trabajo.