El poder de la lectura

Sé que se estarán preguntando porque escribir sobre este tema, si en teoría la lectura está presente en todo momento, con tantos medios bombardeándonos cada segundo con millones de contenidos que hacen que estemos expuestos a miles de temas.

Por esto y muchas razones más, había perdido el hábito de leer con conciencia, destinando un tiempo para sumergirme en un mundo paralelo al mío. Y, por el contrario, empecé a ocupar mi día a día en redes sociales, lectura de textos cortos, consumiendo noticias trágicas o contenidos rápidos, perdiendo así la magia que tiene el coger un libro, pausar las voces que te rodean y dejarte perder en la realidad del escritor.

"Hace mucho tiempo no tenía esa sensación de calidez al leer, los que son buenos lectores saben a lo que me refiero."

Pero llegó un punto que todo lo que veía en redes y medios digitales, era todo de lo mismo, no había nada que pudiera realmente llamar mi atención, y gracias al consejo de una amiga, quise rescatar viejas costumbres. Por eso, fui a la biblioteca de la Universidad EAN y solicité un libro y retomé este camino.

Les confieso, que el libro estuvo un par de días cerrado, hasta que tomé la decisión de dejar mi celular a un lado e iniciar con la lectura, y la verdad hace mucho tiempo no tenía esa sensación de calidez al leer, los que son buenos lectores saben a lo que me refiero. Mi experiencia ha sido maravillosa, sanadora y positiva, porque he podido pausar, así sea por un par de minutos, toda esa información a la que estamos expuestos diariamente y termina bombardeando nuestra mente.

Y con este nuevo hobby, he podido recordar el poder que tiene la lectura, las letras, las historias y experiencias que nos llevan a transportarnos a diferentes espacios, lugares o países. Por eso, si aún no tomas la decisión de desconectarte por un par de horas, ¡hazlo! Y vas a ver de lo que hablo.

Libros recomendados:

•  La luz difícil de Tomás González •  Cerrado por fútbol de Eduardo Galeano •  Lo que no tiene nombre de Piedad Bonnet •  El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince •  Los cuadernos de don Rigoberto de Mario Vargas Llosa •  Donde nadie me espere de Piedad Bonnet.