El Poder de la Música

El Poder de la Música

Hoy, 22 de noviembre, se celebra el Día Internacional de la Música. Considero vital la música en nuestras vidas y su aplicación en los procesos educativos puede otorgar enormes ventajas para desarrollar talentos.

Esta historia que comparto, es una pequeña muestra del "poder de la música"...

Días atrás conocí la historia de Kenzaburo Oé, de su esposa y de su hijo, Hikari.

Kenzaburo obtuvo el premio Nobel de literatura en 1994 y esta historia maravillosa enseña, desde mi perspectiva, dos aspectos fundamentales: el creer y transmitir la confianza de que es posible y que es tan necesario aplicar en la educación actual y el valor de la vida. 

En cierta ocasión, su mujer se quedó embarazada y, al mismo momento de conocer la noticia, a Kenzaburo lo envían a hacer unas entrevistas a los médicos de Nagasaki, en relación al aniversario de la bomba atómica.

El niño venía con el cerebro herniado y los médicos aconsejaban el aborto, pero su esposa dijo que quería dar a luz a su hijo aunque sabía que, al nacer, tendrían que seccionar una parte del cerebro y eso podría generar muchos daños. 

Su esposo le dijo: "No tomemos una decisión. Me voy a Nagasaki y, cuando vuelva, decidiremos".

Él volvió conmovido de Nagasaki porque conoció historias de resiliencia y de longanimidad (generosidad y amplitud de ideas y de conducta), palabra que quiere decir capacidad de superar reiteradamente la adversidad.

Al regreso de su viaje de Nagasaki, le dice a su esposa:

"Que nazca el niño, porque he visto, hablando con estos médicos y con sus pacientes, unas historias de transformación, de esperanza y de superación maravillosas".

El niño nace y, por la intervención, queda con autismo, pierde mucho la visión, sufre ataques de epilepsia, descontrol de esfínteres, dificultad para el movimiento y otros problemas.

Sus padres no renuncian en ningún momento a encontrar en ese niño, al que los médicos dicen que es un vegetal, algún don o característica que lo lleve a florecer.

Lo observan durante muchos años y aparentemente no tiene nada para mostrar hasta que un día, cuando tenía 6 años, el pequeño dice el nombre de un pájaro que cantaba, mientras paseaban por un parque.

Los padres se dan cuenta que le fascina el canto de los pájaros. Le compran audios con cantos de pájaro y con el tiempo los reconoce sólo por el canto. Deciden contratar a una profesora de música. Su mamá, que era admiradora de Mozart, le pide que, por favor, le enseñe o le toque canciones de este músico.

A los 11 años, llega un día la maestra a casa e Hikari le entrega una partitura mal escrita a mano con unas notas. Ella la empieza a interpretar y se queda asombrada porque son estructuras muy parecidas a las composiciones más básicas de Mozart, y le dice -con su lenguaje muy básico- que las ha compuesto él. Su maestra no cree que así sea. El niño le enseña entonces otras composiciones....

En la actualidad, Hikari Oe es de los autores más vendidos de música clásica contemporánea. Su primer disco tuvo 17 canciones breves compuestas por un niño con autismo, una discapacidad visual importante y muchos otros problemas que, con amor, fe, perseverancia, creencia y apoyo de sus padres, logró superar.

Como conclusión, cada uno desde su rol de educador, ya sea que seamos padres y/o docentes, no debemos olvidar el poder de los gestos, las palabras y el acompañamiento para que cada persona pueda llegar a expresar su potencial, su verdadero ser.

#EducandoEmociones #Resiliencia #Creer #Amor

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