El poder del "Si"
“Me gustaría, pero…”,
“No tengo tiempo”,
“Es que no puedo”.
¿Alguna vez te has dicho alguna de estas frases?
Seguramente a todos nos ha pasado, y pues hemos terminado cayendo en el piloto automático… y el principal responsable es nuestro cerebro. ¡SI, nuestro propio cerebro! Porque al cerebro no le gusta cambiar; tu cerebro no quiere que pienses; el cerebro prioriza lo que ya conoce, los hábitos y rutinas, porque lo único que le interesa es asegurar la supervivencia. Y como si esto fuera poco, tu cerebro tampoco distingue realidad de fantasía, así que se va a creer lo que le digas. Si le dices que no puedes, pues no podrás.
¿Y si esta vez decimos que SI? A las palabras se le asocian memorias y recuerdos, y el SI tiene que ver con soltar y relativizar; tiene asociado cambio, acción. Otras palabras asociadas al SI, se vinculan con emociones como el entusiasmo o la gratitud. La palabra SI dinamiza, promueve acción, provoca compromiso y movimiento.
Cada uno de nosotros estamos enviándonos mensajes constantemente, le hablamos a nuestro cerebro de manera interna, y también con todo lo que expresamos verbalmente. ¿Alguna vez has parado a conversar contigo? Tomate un tiempo para revisar qué cosas te estás diciendo, qué palabras usas, a qué lugar te conducen esas palabras; a un lugar de acción, de agradecimiento o a un lugar de queja y pasividad?
Cuando decimos que sí, el cerebro está más receptivo y abierto a posibilidades, a cambios. Y de paso, al abrirnos a cambios y posibilidades nos animamos a hacer cosas nuevas o hacerlas de manera diferente, y así generamos nuevos hábitos, y al crear nuevos hábitos, creamos nuevas conexiones neuronales.
Entonces, ¿Estás listo para trabajar en vos?, ¿Estás listo para comenzar eso que estabas postergando?