El poder y los retos de la familia en los negocios

Cuando escuchamos el término “negocio familiar” por lo regular nos imaginamos una tiendita, así en diminutivo, una “pequeña” constructora o la venta de algún producto o servicio a baja escala, pero la realidad es que los negocios controlados por familias son más grandes de lo que podemos imaginar.

De acuerdo al Centro para la Empresa Familiar de la Universidad de St. Gallen, Suiza, los negocios familiares son uno de los principales motores para el desarrollo del empleo y el ingreso. Para que nos demos una idea del poder económico de las familias, en este estudio suizo se encontró que para el 2015 los negocios familiares en el mundo tenían ingresos anuales por 6.5 billones de dólares, lo que los convierte en la tercera economía más grande del mundo, solo por debajo de toda la economía de Estados Unidos y China, lo que es un dato impactante.

El informe de St. Gallet destaca que las empresas familiares, que constituyen entre 80 y 90% de las empresas en todo el mundo, son un importante motor del PIB y el crecimiento del empleo. 

Otro aspecto importante es que solamente un 6% de las empresas familiares está ligada a actividades del sector primario que tienen relación directa con recursos naturales. Por otra parte, el 18% de estos negocios se dedican a actividades minoristas y mayoristas, un 17% están en el ramo de diversos productos industriales y un 15% en el sector de los productos de consumo, siendo estas tres áreas las más importantes.

En algunos lugares los negocios familiares son parte de la cultura y la tradición pero tal vez no tanto como creíamos. Cuando se habla de este tema se piensa de inmediato en países como Japón, pero de hecho, el 50% de las empresas controladas por familias, se encuentra en Europa, un 24% en América del Norte y en una menor cantidad en países asiáticos y latinoamericanos.

De acuerdo a especialistas como Peter Englisch, del Centro para Negocios Familiares en Suiza, este tipo de negocios tienen una mayor capacidad para adaptarse a los cambios generacionales y de ahí su éxito, y es que hasta un 44% de las que existen en la actualidad, son propiedad de la cuarta generación de familiares, o bien, mantienen una participación importante en la asamblea general de socios, que puede ser de un 30% en adelante. En promedio, las 500 empresas familiares con mayor éxito en el mundo tienen 88 años funcionando.

A pesar de que se cree que en el mundo de los negocios todo debe ser frío y calculado, la calidez de la familia es lo que permite su longevidad, además de que existe un mayor compromiso entre los miembros y algo esencial: su visión no es para el siguiente año, sino para el bienestar de la próxima generación.

Para que te inspire si estás iniciando tu negocio, la principal empresa familiar en el mundo es Walmart, propiedad de la familia Walton, con ingresos tan solo en 2020 por 15 mil millones de dólares, con más de 2 millones de empleados en todas sus sucursales. Esto nos da una nueva perspectiva de los negocios familiares.

EL RETO EN LATINOAMÉRICA

En América Latina al menos el 80% de las Empresas Familiares no sobreviven el paso de la segunda a la tercera generación.

Un dueño de compañía en una ocasión me contaba con el rostro completamente entristecido: “No tengo quién se haga cargo de mi empresa cuándo yo me vaya, esto le costó gran parte de su vida a mi padre, ahora a mi y no serÍa justo que aquí terminara todo”.

Sus hijos no tenían el menor interés de manejar el negocio; No confiaba en la gente que estaba con él y nunca se preocupó por el futuro que ese día le había alcanzado, sin embargo era ya una realidad que tenía que afrontar.

Esto es muy común cuándo nos encontramos en lo que denominamos negocio familiar, en donde las primeras dos generaciones se encargan de la creación mantener a flote el resultado, creando y desarrollando los valores de los creadores iniciales, sin embargo al llegar al punto de inflexión, todo se viene abajo.

No es grato ver familias romperse en la vorágine del negocio y a su vez negocios romperse antes de convertirse en empresa, trabajemos antes que llegue el punto de inflexión.

Las fallas a evitar

Las fallas más comunes que conducen al fracaso a un negocio familiar son:

◦ Falta de Confianza entre los miembros de la familia

◦ Falta de objetivos compartidos de los principales líderes

◦ Control excesivo sobre los procesos de la empresa

◦ Hipocresía familiar en las relaciones personales

Tan solo en México más del 80% de las PYMES son familiares y estas generan arriba del 75% del empleo del país.

Según el Economista en México, “las empresas familiares muestran una visión muy pobre, ya que no contemplan planes de formación de la gente, lo que forzosamente los hacen perder competitividad en los mercados actuales”.

Si son la base de la economía mexicana y latinoamericana, aún tenemos mucho por hacer, cada persona que quiere emprender tiene que por necesidad atender los elementos básicos de desarrollo de una cultura empresarial.

La institucionalización

Para lo anterior es importante que las empresas en al menos estos 5 elementos críticos para su desarrollo de futuro:

1. Estructurar formalmente la organización, para la toma de decisiones, que sea avalada por un consejo de familia y un sistema de gestión integral.
2. Desarrollar procesos ágiles de comunicación y control de crecimiento.
3. Sistematizar los procesos principales: flujo y gestión.
4. Activar el protocolo familiar de ejecución estratégica dónde se estructure el tema de sucesión, formación, incorporación de familiares, retribuciones y participaciones y desarrollo integral del negocio
5. Contratar expertos que soporten la implementación de medios y mecanismos de gestión y crecimiento.

Hoy tenemos el reto de hacer que nuestras empresa trasciendan no solo los retos y problemáticas del mundo actual, sino nuestras siguientes generaciones, he ahí nuestro reto. ¿bastante complejo no?

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