El procés catalán desde el otro lado del charco
MIRADA DESDE EL SUR
El procés catalán desde el otro lado del charco
Se cuece algo gordo en España. La maters patria está de jaleo, pero jaleo del feo, uno que huele como en Dinamarca. En Catalunya le salió un grano de esos que afean de lo lindo. La crispación ha alcanzado cotas impensables. Los partidarios de la independencia soflaman poco más que la desobediencia civil. Los catalanes avanzaron algunos casilleros más adelante que los vascos: llegaron a declarar la independencia en el 2017 pero enseguida, esperpento mediante, la dejaron sin efecto.
Lo que sí tuvo efecto fue la deriva judicial, con varios líderes presos y a la espera de sentencia y con el anterior president de la Generalitat exiliado-fugado en Waterloo, la de Napoleón. El procés se ha transformado casi en un monotema. Y ésta sí que es una grieta con mayúsculas. La salida del laberinto no parece nada sencilla. Son muchos los heridos que han quedado en el camino y también es mucho el resquemor acumulado a uno y otro lado de la grieta.
La cosa va en serio. Ya no se trata de la tirria por un Barca-Madrid. Aquí se juegan pasiones más pesadas, cuestiones que ponen los pelos de punta. En castellano y catalán.