El Punto de Luz
¿La mayoría de la gente es buena o mala?
¿Qué respondes a eso?
Tu respuesta habla de ti, puesto que obviamente no conoces a la mayoría de habitantes de este planeta. Nuestra mirada del mundo no describe al mundo en sí, simplemente nos describe a nosotros mismos. De hecho, lo que ocurre en nuestro interior determina nuestra percepción.
La Historia del Extraordinario Milton Erickson
Cuando el joven Milton tenía 17 años sufrió un ataque de Poliomelitis que le dejó completamente paralítico. Sólo podía realizar algunos movimientos oculares, y sin embargo, era plenamente consciente de todo lo que ocurría a su alrededor ya que su mente estaba intacta.
Los médicos no apostaban por su vida y así se lo hicieron saber a su madre delante de él. Fue tal la pena que sintió su madre que incluso ante esos mensajes de desesperanza decidió seguir cuidando de su hijo incondicionalmente.
El coraje de su madre le empujó a tomar la decisión inquebrantable de recuperar su movilidad. Erickson se dio cuenta de que contaba con una tremenda ventaja: disponía de todo el tiempo del mundo.
Dedicaba horas a visualizar y recrear en su mente las distintas progresiones que componían cada uno de sus movimientos. Por ejemplo, ¿Cómo se lleva una manzana hasta la boca? Revisaba cada uno de los micropasos que componían el proceso de llevarse una manzana a la boca.
Poco a poco su cerebro comenzó a recuperar circuitos corticales que habían quedado paralizados por la enfermedad. Al cabo de un tiempo salía del hospital por su propio pie ante el asombro de familiares y médicos.
La Mayoría de las persona es buena
Lo siguiente que hizo el joven Milton fue emprender un extraordinario viaje en balsa por el Mississipi. En ese viaje encontró muchas personas que le ayudaron sin ánimo de lucro. Tanto de esta experiencia como de su recuperación milagrosa, Milton extrajo dos conclusiones:
- La Mente tiene capacidad para lograr cualquier cosa.
- La Mayoría de las personas son buenas.
Erickson decidió que dedicaría su vida a estudiar la Mente y a ayudar a las personas, convirtiéndose en uno de los más grandes terapeutas de la historia.
Las Violetas Africanas
Se conservan múltiples anécdotas que confirman la increíble capacidad del Dr. Erickson para ayudar a mejorar la vida a personas que se encontraban en situaciones verdaderamente críticas.
Uno de estos caso es el de las Violetas Africanas. Al parecer el Dr. Erickson se encontraba dando una formación cuando un hombre se acercó a él al finalizar el día.
Este hombre le pidió que por favor tratase de ayudar a su tía de 52 años que vivía en Milwaukee. Esta mujer tenía una depresión terrible y progresivamente se había ido aislando cada vez más.
Erickson aceptó y decidió acercarse a la casa de esta mujer. Le abrió la puerta una mujer triste y alicaída. Desde ese mismo instante Erickson comenzó a buscar “el punto de luz”. Es decir, un brote de esperanza, una señal, algo que le permitiera movilizar un cambio en aquella mujer.
Curiosamente, Erickson era daltónico y veía todo en blanco y negro. Excepto, las cosas de color violeta. De hecho sus camisas y chaquetas eran todas de color violeta, y cada vez que veía ese color se alegraba.
Sin embargo, en aquella casa todo era triste y deprimente. Hasta que al fín encontró en un cuarto amplio tres violetas africanas preciosas. Al ver esas flores, entendió que aquella mujer también tenía un punto de luz, es decir, belleza en su interior; vida.
La Tarea
Entonces, le encomendó la siguiente prescripción médica: mañana enviará a su ama de llaves a comprar violetas africanas y 50 maceteros para cultivo. Quiero que envíe una violeta africana a cada recién nacido de las familias que concurran su iglesia. También para cada bebé que sea bautizado.
Para cada persona que se ponga enferma y para cada pareja que se case. También para la familia de un fallecido y para las ferias de la iglesia
La mujer aceptó la prescripción y así lo hizo.
Al cabo de unos 20 años esta mujer falleció, pero no estuvo sola. Los habitantes de Milwaukee le hicieron una hermosa esquela recordándola como la Reina de las flores de Milwaukee. Encontrar su punto de luz le permitió encontrar un motivo para vivir y dejar a un lado su pasado.
Pasó de ser una mujer que se estaba aislando y hundiéndose en el pozo negro de la tristeza, a ser una mujer reconocida y querida por los habitantes del pueblo.
Cómo integrar la búsqueda del Punto de Luz
Lamentablemente, somos muy buenos en encontrar defectos en los demás. No podemos percibir todo lo que está ocurriendo frente a nosotros. Captamos no más de un 2% de los estímulos que llegan permanentemente. Ahora bien, si podemos decidir dónde colocar nuestro foco de atención.
En el defecto ajeno, que no deja de ser un reflejo de nosotros mismos. O bien, en encontrar el Punto de Luz de la persona que tenemos enfrente. Al fin y al cabo, la persona que hay frente a ti es un ser humano igual que tú. Un ser humano que se mueve por creencias, emociones, fracturas emocionales y otras vivencias que sólo él conoce.
¿Qué ocurriría si en vez de enfrentarnos entre nosotros, tratáramos de reconectarnos?
Nos vemos en el siguiente artículo. Te envío un abrazo enorme y todo mi apoyo en tu proyecto de vida.
Este artículo fue publicado originalmente en mi blog: www.benjaminporras.com/blog
Asesora de comunicación no verbal & Profesora en ISDE
4 añosY me ha encantado la historia de este hombre y sus aprendizajes; muy inspirador!!
Asesora de comunicación no verbal & Profesora en ISDE
4 añosCreo q es media vida saber ver qué cosas buenas tienen los otros! Todo el mundo tiene! Me encanta el término “punto de luz” :))
Enseñanza de Euskera
4 añosEs increíble el poder de crear que tiene nuestra mente. Gracias por compartir la historia de esta persona tan extraordinaria. A ver si vamos asimilando que tod@s tenemos ese potencial dentro. Y le damos vida...