El reto del primer paso

La naturaleza del ser humano nos hace adaptarnos para sobrevivir, pero nuestro mayor reto en esa adaptación es siempre dar el primer paso. Generalmente, un primer paso incita a las dudas y lleva a preguntas difíciles <<¿Qué dirección debo tomar ?>>, <<¿Cómo de grande debe ser el paso?>>, <<¿Me debería apoyar en alguien?>>. Cuando somos pequeños todo es más fácil, nuestra naturaleza nos hace que nos levantemos y andemos, pero conforme vamos creciendo este primer paso cada vez es más difícil. En este artículo voy a intentar poner algo más de certidumbre en como, desde mi punto de vista, es ese primer paso.

La vaca lechera

Empecemos por la motivación, según la consultora Boston Consulting Group, un producto durante su ciclo de vida se puede identificar en uno de los siguientes cuatro cuadrantes dependiendo del crecimiento y de la participación en el mercado que tengan.

Todos queremos que nuestros productos sean estrella, pero llega un momento en el que detectamos que nuestro producto se convierte en una vaca. Existen multitud de ejemplos de productos estrella que se han convertido en vacas (Windows, el IPhone, Facebook…) Lo cual significa que el mercado está saturado, la tecnología ya es lo suficientemente madura y nuestro margen se empieza a reducir debido a la competencia. Dejando a un lado la innovación, que lo abordaremos en otro artículo, llega el momento de dar el primer paso en nuestra transformación para que podamos seguir ordeñando nuestra vaca y esta no se convierta en perro.

Uno de los mayores errores que según mi experiencia las empresas que son reacias a transformarse o no saben cómo hacerlo adoptan ante que su producto se convierta en vaca es la de reducir la dimensión de la empresa, lo que deriva en un fracaso casi asegurado del negocio.

Nuestro primer paso siempre en dirección al dolor

En el momento qué empezamos a ser conscientes de la necesidad de transformarnos, comienza la búsqueda de los puntos de dolor, ya que durante la fase en el que nuestro producto es una estrella, nuestra única preocupación ha sido la de seguir ganando mercado, por lo que no tenemos mucha experiencia en esa búsqueda y nos enfrentamos ante el dilema de buscar la dirección del primer paso. Apoyarse en el ecosistemas de empresas que colaboran o conforman la red de MonoM (www.monom.ai) es una garantía de éxito ya que son especialistas en encontrar los puntos de dolor y de esta manera asegurarás el éxito en tu transformación.

Una dirección para 3 destinos

La dirección de nuestros puntos de dolor y por lo tanto en lo que tenemos que enfocar la transformación tiene tres destinos: mejorar el proceso, optimizar el mantenimiento y reforzar la confianza en las personas. Según mi experiencia, cuando las empresas crecen no se preocupan por optimizar el proceso y ponen el foco en responder al cliente rápido por lo que impacta en la calidad del producto y en procesos poco optimizados. Muchas empresas ante esto han tomado la iniciativa e implantan la metodología Lean para su mejora pero la digitalización mejora exponencialmente esta aproximación. En el caso del mantenimiento, sucede algo parecido, los esfuerzos están puestos en crecer y parar para mantener las máquinas es un mal necesario pero que no impacta en exceso en mi cuenta de resultados, lo cual significa otro punto de mejora. Y el tercer sentido son las personas, estas son la inteligencia de la fábrica, apostar por su formación y ayudarles a adaptarse a las nuevas tecnología para que ayuden a transformar también la cultura interna, te asegura conseguir la mezcla perfecta entre experiencia y conocimiento para mejorar

Un pequeño paso para ti,

Un gran paso para tu empresa

En el momento que hemos determinado nuestros puntos de dolor, hay que empezar a buscar soluciones. La digitalización y apoyarse en las tecnologías habilitadoras de la industria 4.0 te asegura el éxito, pero los pasos a dar tienen que ser pequeños y seguros.

Desde MonoM somos expertos en tecnología y en personas por lo que ayudaremos a que la transición se haga de una manera suave, con pasos pequeños pero firmes, lo que te permitirá ganar confianza en la tecnología y que no se produzca el rechazo por parte de las personas que componen tu empresa.

Desayuna con la familia

Decía el gran Peter Drucker que <<La cultura se come a la estrategia para el desayuno>>. Todas las personas que conforman tu empresa son parte de tu familia y las tienes que tratar como tal, para que estos a su vez reflejen esa actitud ante los clientes. En la transformación de tu empresa, tu familia tiene que ser lo primero, desayuna con ellos, escúchales, refuerza su confianza en el cambio y te guiaran por el camino adecuado.

En resumen, en este artículo he intentado poner un poco de certidumbre ante el primer paso que toda empresa debe afrontar en su proceso de transformación digital y la dirección que debe tener, la cual en mi opinión tiene 3 sentidos. En próximos artículos abordaremos las posibles soluciones que nos ofrece la tecnología y los beneficios que aportan a tu empresa.