El rompecabezas del liderazgo adaptativo: cómo la cultura del management está evolucionando para balancear la exploración y la explotación
En un artículo anterior, ya introducíamos el reto de las organizaciones de tener que hacer malabares para desarrollar la capacidad de explotar el negocio actual y a la vez explorar nuevos modelos de servicios y negocio.
Ya nadie tiene dudas sobre la complejidad e impredecibilidad de nuestro entorno, y esto implica que la capacidad de adaptación se haya convertido en un requisito fundamental para la supervivencia y el éxito de las organizaciones.
Pero esto no es nada nuevo, ya nos los advertía Schumpeter en los años 50, preveyendo el advenimiento de la economía del conocimiento.
Para mantenerse competitivas y relevantes en un entorno cambiante, las empresas deben ser capaces de explorar nuevas oportunidades, mientras siguen aprovechando sus capacidades y recursos existentes.
Sin duda esto implica desarrollar una capacidad de "explotación y exploración" al mismo tiempo.
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La explotación se refiere a la mejora y optimización continua de los procesos y productos existentes, mientras que la exploración se refiere a la búsqueda y desarrollo de nuevas oportunidades y capacidades (nuevos productos, servicios y modelos de negocio). Ambos son importantes, pero la explotación puede hacer que las organizaciones se vuelvan complacientes y resistentes al cambio, mientras que la exploración puede ser arriesgada y costosa. El liderazgo efectivo requiere un equilibrio entre ambos.
Este tipo de liderazgo está enfocado a lograr que las organizaciones (personas, cultura, procesos y tecnología) sean adaptativas a los cambios del entorno. Esto implica crear una cultura que fomente la experimentación, la innovación y la creatividad, y que esté dispuesta a cuestionar las suposiciones y a adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias.
Para liderar una organización adaptable, se necesita un liderazgo participativo y colaborativo, que fomente el trabajo en equipo y la toma de decisiones descentralizada. Los líderes deben ser capaces de escuchar y comprender las perspectivas de los empleados y las partes interesadas, y estar dispuestos a tomar riesgos y aprender de los errores. Es dejar de usar los enfoques de "command-and-control" y crear espacio de trabajo en donde las personas tengan más capacidad de participación.
Sin embargo, es importante destacar que el liderazgo adaptativo no es lo mismo que el liderazgo para el cambio. El liderazgo para el cambio se enfoca en implementar cambios específicos y medibles en la organización, mientras que el liderazgo para la adaptabilidad se enfoca en crear una cultura y una mentalidad que permita a la organización adaptarse y evolucionar de manera continua.
En resumen, el liderazgo adaptativo es esencial para las organizaciones que desean mantenerse competitivas y relevantes en un entorno cambiante y complejo. Para liderar una organización adaptable, se necesita un enfoque participativo, colaborativo y dispuesto a asumir riesgos. Al equilibrar la explotación y la exploración, los líderes pueden ayudar a sus organizaciones a aprovechar sus fortalezas y a explorar nuevas oportunidades para el crecimiento y la innovación.