¿El Síndrome de la impostora te impide alcanzar tus metas?
Seamos sinceras: todas queremos destacar en el entorno laboral y poder acumular éxitos que prueben nuestra valía profesional. Pero, ¿Qué ocurre cuando tenemos los éxitos y solo podemos pensar que somos un fraude y que no los merecemos?
Entonces, lo que estamos sufriendo se llama “Síndrome del impostor”. Pero, ¿Qué es y cómo afecta el síndrome del impostor?
Qué es el Síndrome del Impostor y cómo te afecta profesionalmente
El Síndrome del Impostor es un fenómeno psicológico que afecta al 70% de las personas en algún momento de sus vidas, aunque lo hace de forma mucho más notable a las mujeres. Tal vez por esto deberíamos llamarlo “Síndrome de la Impostora”, en femenino.
Y no creas que esto es solo algo que le pasa a la “gente normal”: la actriz Kate Winslet o la abogada Michelle Obama han reconocido públicamente que han sentido que no merecían sus logros y han llegado a creer que eran un fraude.
Los estudios que se han realizado, a lo largo de los años, sobre esta materia desvelan que las personas más propensas a sufrir el Síndrome del Impostor son aquellas que muestran un gran rendimiento profesional pero, a pesar de ello, tienen recurrentes pensamientos cuestionando sus capacidades o sus éxitos.
La causa concreta de estos sentimientos es poco clara, lo que sí sabemos es que, además, implica la pérdida de oportunidades de ascenso, mejores salarios y condiciones y hace a quienes lo sufren menos capaces de recolocarse en el mercado laboral debido a la idea de que no son lo suficientemente buenas.
Algunos de los “síntomas” que podrías experimentar si lo padeces
Este síndrome no tiene una única causa, de manera que hay que aprender a detectar algunos comportamientos que podrían ser indicadores de que estamos padeciendo de síndrome de la impostora para poder ponerle freno cuanto antes.
Vamos a ver algunos sentimientos que suelen ser comunes:
1.Necesitas ser la mejor todo el tiempo, hasta cuando pones en riesgo tu salud: una sensación habitual de las personas que padecen síndrome de la impostora es que tienen que estar continuamente superando sus límites. Por eso, cuando no alcanza un objetivo—normalmente, muy ambicioso o complejo—sin ayuda de nadie más, tiende a sentirse una fracasada y un fraude.
¿Cómo puedes paliar esta sensación? Aprende que pedir ayuda no significa ser peor profesional o tener menos conocimientos. Busca apoyo dentro y fuera de tu entorno laboral y crea una red que te permita pedir ayuda cuando la necesites.
2.No eres capaz de aceptar un elogio o un comentario positivo sobre tu labor: otro síntoma habitual es pensar que cuando alguien elogia alguno de nuestros logros en realidad se está mofando. De igual manera, si recibes un premio y tu primer pensamiento es algo así como “ha sido suerte, no me lo merezco”, puedes estar padeciendo síndrome de la impostora.
¿Cómo mejorar cuando esto te suceda? Un buen ejercicio que puedes hacer es recordar todas las dificultades que has enfrentado y superado para poder reconocer que no has llegado ahí por suerte, sino con esfuerzo, trabajo y talento.
3.Te haces de menos y te comparas continuamente: si cada vez que alguien de tu entorno consigue algo, tú solo te comparas negativamente con esa persona y minimizas tus logros, ¡alerta!
¿Cómo trabajar esta sensación? Lo primero es que recuerdes que nadie tiene el mismo camino, que quizás esa persona ha conseguido eso antes que tú pero no quiere decir que tú no lo puedas conseguir o que haya quedado fuera de tu alcance. Enfócate en las cosas que sí has conseguido y ponte objetivos realistas para llegar adónde quieres, sin pensar continuamente que el éxito de otros te impide tenerlo tú también.
4.Los imprevistos te generan una frustración muy elevada: una de las sensaciones comunes de este síndrome es la necesidad de controlar todo el entorno. Por eso, cualquier incidencia que se sale de lo planificado te produce una frustración altísima y te “bloquea”.
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¿Qué puedes hacer para evitarlo? Reconocer que los imprevistos suceden, que no puedes tenerlo todo bajo control y que eres capaz de dar con soluciones alternativas sin que eso menoscabe la calidad de tu trabajo.
Algunos de los “síntomas” que podrías experimentar si lo padeces
Este síndrome no tiene una única causa, de manera que hay que aprender a detectar algunos comportamientos que podrían ser indicadores de que estamos padeciendo de síndrome de la impostora para poder ponerle freno cuanto antes.
Vamos a ver algunos sentimientos que suelen ser comunes:
1.Necesitas ser la mejor todo el tiempo, hasta cuando pones en riesgo tu salud: una sensación habitual de las personas que padecen síndrome de la impostora es que tienen que estar continuamente superando sus límites. Por eso, cuando no alcanza un objetivo—normalmente, muy ambicioso o complejo—sin ayuda de nadie más, tiende a sentirse una fracasada y un fraude.
¿Cómo puedes paliar esta sensación? Aprende que pedir ayuda no significa ser peor profesional o tener menos conocimientos. Busca apoyo dentro y fuera de tu entorno laboral y crea una red que te permita pedir ayuda cuando la necesites.
2.No eres capaz de aceptar un elogio o un comentario positivo sobre tu labor: otro síntoma habitual es pensar que cuando alguien elogia alguno de nuestros logros en realidad se está mofando. De igual manera, si recibes un premio y tu primer pensamiento es algo así como “ha sido suerte, no me lo merezco”, puedes estar padeciendo síndrome de la impostora.
¿Cómo mejorar cuando esto te suceda? Un buen ejercicio que puedes hacer es recordar todas las dificultades que has enfrentado y superado para poder reconocer que no has llegado ahí por suerte, sino con esfuerzo, trabajo y talento.
3.Te haces de menos y te comparas continuamente: si cada vez que alguien de tu entorno consigue algo, tú solo te comparas negativamente con esa persona y minimizas tus logros, ¡alerta!
¿Cómo trabajar esta sensación? Lo primero es que recuerdes que nadie tiene el mismo camino, que quizás esa persona ha conseguido eso antes que tú pero no quiere decir que tú no lo puedas conseguir o que haya quedado fuera de tu alcance. Enfócate en las cosas que sí has conseguido y ponte objetivos realistas para llegar adónde quieres, sin pensar continuamente que el éxito de otros te impide tenerlo tú también.
4.Los imprevistos te generan una frustración muy elevada: una de las sensaciones comunes de este síndrome es la necesidad de controlar todo el entorno. Por eso, cualquier incidencia que se sale de lo planificado te produce una frustración altísima y te “bloquea”.
¿Qué puedes hacer para evitarlo? Reconocer que los imprevistos suceden, que no puedes tenerlo todo bajo control y que eres capaz de dar con soluciones alternativas sin que eso menoscabe la calidad de tu trabajo.
Cómo puede ayudarte una coach a superar tu síndrome del impostor
El coaching es un proceso de acompañamiento que ayuda a las personas a maximizar su potencial personal y profesional detectando patrones que no les dejan crecer y rompiendo esos tabúes internos.
El Síndrome del Impostor es, esencialmente, la incapacidad de reconocer los propios logros y lleva asociado una gran carga de frustración y enfado que una buena coach puede ayudarte a romper.
En estos procesos también es importante trabajar tu autoestima porque de ella nace el autoconcepto que has generado de ti misma y que te está impidiendo ver todo tu potencial.
Si sientes que estás estancada y no crees que seas una buena profesional, tal vez necesites pedir ayuda a una profesional que pueda ayudarte a arrojar luz a todas tus capacidades. Consulta nuestros programas de coaching en: https://scytia.es/coaching-para-mujeres-profesionales