El salario y la remuneración inteligente.
Todos trabajamos por un salario, pero no todos estamos conforme con él. Pues, depende del enfoque de la empresa y de la perspectiva del colaborador.
Existen tres tipos de salarios en México (fijo, variable y mixto) y cada uno tiene ventajas y desventajas que se relacionan con la estabilidad financiera y la motivación de los colaboradores.
A estos, le añadimos el salario emocional, y el salario en especies, que complementan la propuesta de las empresas. En el salario emocional se mencionan la jornada laboral, ubicación del trabajo, equilibrio entre la vida personal y laboral, crecimiento profesional, desarrollo de habilidades, entre otros. En el salario en especies están los productos de la empresa que se obsequian o servicios adicionales externos, vales de diferente concepto, entre algunos.
Permítanme comentarles los puntos de vista de ambas partes y mi opinión al respecto, habiendo liderado muchas empresas en mi trayectoria. En principio, el colaborador y la empresa se dan la oportunidad. Por parte del colaborador, al elegir la empresa para trabajar, debe estar agradecido de tener el trabajo, aunque esto signifique que nos vemos obligados a tomar el trabajo porque necesitamos dinero y no tenemos otra opción.
El agradecimiento personal por el trabajo, por la oportunidad siempre debe existir, porque si nos quejamos por lo que tuvimos que optar, nunca progresaremos y nos desarrollaremos. Este es un punto que muchos de los que trabajan no toman en cuenta, y siempre viven quejándose y mientras más lo hacen, peor les va, no contribuyen en la empresa, rotan a muchas otras empresas, pero nunca terminan de estar conformes. Por tanto, es un tema de actitud, inteligencia emocional y manejo personal. Los comentarios, la falta de liderazgo y los malos resultados son propios de malos colaboradores en este lado.
Por el lado de la empresa, ésta es responsable de dar en la medida que se crece. Lo que quiero decir es términos simples es que el colaborador debe sentir que se ha desarrollado, ha crecido en la empresa y ha ganado más.
¿Cómo diseñar un esquema de remuneraciones que atraiga y retenga el talento? ¿El dinero es el único instrumento de motivación? ¿Qué parámetros definen un salario competitivo? ¿Cómo recompensar según las cualidades y el desempeño de cada uno sin caer en favoritismos o injusticias? Estas y muchas otras preguntas encuentran respuesta en Remuneraciones Inteligentes, una obra llamada a convertirse en herramienta de uso cotidiano tanto para especialistas en Recursos Humanos como para quienes deben liderar a su gente.
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Mi opinión es que la mejor forma de lograr el éxito en ambas partes es formar, capacitar y entrenar pero no como se hace habitualmente (ya lo expliqué en artículos anteriores, busca si deseas saber más), con un reclutamiento no masivo sino personal y de juicio, no sólo de competencias, hoja de vida o estudios (también lo expliqué). Pero una vez que eso ya se logró, la remuneración inteligente debe cubrir las expectativas del colaborador en su bolsillo y en los resultados o avances en la empresa.
Yo soy un convencido y lidero mi empresa así, de tomar el negocio atendiendo personas dentro y fuera de la empresa, colaboradores y clientes. Mi frase es "cabeza, corazón y bolsillo", porque todos razonamos sobre las decisiones, sentimos emociones y pensamos en nuestros compromisos. Muchos sueños y deseos se materializan con el dinero, por lo que creo que la remuneración inteligente debe ayudar a lograr lo que el colaborador desea y en el otro lado lo que el cliente busca.
¿Cómo lograr la mejor remuneración inteligente? pues con un experto, no se puede tomar sueldo y comisiones o sumar premios sino revisar márgenes de los productos, historial de ventas, nuevas metas que sostengan lo que harás, impacto en los bolsillos, proyecciones en los siguientes años, para que la empresa coja de la mano al colaborador. Ser una empresa donde los colaboradores desean trabajar, parte de un esquema de flexibilidad, de apuesta, de menos burocracia, de acercamiento al colaborador y de sinergia entre ambos.
Pero las empresas presionan a sus directivos, éstos a sus gerentes y por último, los operativos. Así no se logra nada. Levantarse motivado a trabajar y salir feliz de haber cumplido con tu día, es lo más feliz del mundo.
¿Quieres saber cómo hacer una remuneración inteligente adecuada a tu empresa? te digo cómo.
PEDRO ROMERO