El sentido intangible de la Navidad (parte I)

El sentido intangible de la Navidad (parte I)

¿Se acuerdan del papel con qué hacían la base de los nacimientos? Algunas personas aún lo usamos. Le da el toque clásico. Más aún si está acompañado de los típicos animalitos que definitivamente, capturan la atención de los niños… Hubo una navidad que pusimos un sapo, una cebra y hasta un dinosaurio, si la memoria no me falla. Pero volviendo al tema del papel, ese papel que simula tierra, verdes praderas o simplemente el suelo de un camino; es un material que me trae a la memoria, nostálgicos momentos. Mamá – abuela - bisabuela guarda el papel en una caja que contiene a los integrantes del nacimiento. Cuando lo ha liberado del encierro, lo estira y visualiza en él su verdadero valor. No lo dice, se lo queda para si. Yo lo tomo y tengo la tarea de crear un nuevo estilo, diferente al año anterior, porque soy la miembro “más creativa” y curiosamente “disponible” en esas fechas. Hago lo posible desde la navidad del 2012, me esmero en demostrar que lo hice distinto… Y ese papel, hace su magia, cubriendo las montañas que fabriqué con cajas, los picos, las mesetas o los llanos, y alberga la Sagrada Familia con los Reyes Magos y los curiosos animalitos que ya no son precisamente, propios de un establo. Hay miembros que se anotan para ayudarme. Sobretodo para alcanzar cada pieza, cada una primordial, cada una esencial. Y el niño aguarda aún, a la espera del 25… Muchas manos, muchos corazones. Mucha buena vibra al armarlo. Mucho ahínco para hacer que ese papel soporte el escenario de la Navidad… Y esa Navidad, cuando es correctamente vivida, te llena el espíritu más allá del mes de diciembre. Te esmeras en ser mejor que el año anterior, quieres superar tus faltas y escalar más y más alto… Como cuando hago el nacimiento y espero ser calificada por mamá – abuela – bisabuela con un clásico veinte. Que esa nostalgia, que esa buena energía, que ese corazón jubiloso, al construir un pequeño o un gran nacimiento, te invada. Adorna disfrutando los colores, los brillos, las guirnaldas pero incluye a la familia. Porque de eso se trata la navidad, más allá de lo tangible, lo que verdaderamente dura… es lo intangible, invisible ante los ojos.

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