El Sonido Sanador de los Cuencos de Cristal o de Cuarzo
El sonido con frecuencias diferentes integra una información sobre el mundo que percibimos. La percepción es una experiencia de encuentros y la vida es un gran viaje sensorial. El sonido de los cuencos de cristal puede manipular las ondas cerebrales del ser humano para promover la sanación física, emocional, psicológica, mental y espiritual.
La metodología se vuelve más refinada a medida que entendemos más sobre las propiedades de las ondas sónicas que emiten estos instrumentos y la relación entre las frecuencias internas y externas. Las bajas frecuencias y las transiciones lentas calman el sistema nervioso autónomo y promueven la relajación visto que interviene en el campo energético corporal hasta lograr la relajación. Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo no está organizado. El estrés es un estado continuo de sobrevivencia y no es normal.
El sonido se produce al frotar el borde del cuenco con un mazo de goma o madera, lo que genera un tono continuo y vibrante. También se pueden golpear ligeramente para obtener un sonido similar a una campana. El sonido puro induce a un profundo estado de relajación con tonos que frecuentemente se alinean con cada uno de los centros energéticos en el cuerpo. Cada cuenco tiene una afinación específica y puede estar alineado con una nota musical, que a su vez se asocia con los diferentes centros energéticos del cuerpo humano, según la filosofía hindú, son vórtices que reciben, acumulan, transforman y distribuyen la energía.
Desde la gestación, guardamos en nuestra memoria acontecimientos absolutamente ligados a la experiencia sensorial auditiva. Por esto es por lo que los cuencos se utilizan para la sanación por sonido y puede inducir estados de relajación profunda, debido a sus propiedades vibracionales, ya que el cuarzo amplifica la energía. Los cuencos de cristal o de cuarzo son utilizados en muchas tradiciones de sanación energética por su gran capacidad para inducir estados profundos de paz, enfoque y claridad mental.
Aprender a escuchar sonidos de los cuencos de cristal con frecuencias diferentes, es una práctica sanadora que nos ayuda a recuperar la armonía y el equilibrio emocional hacia una vida en paz.
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Dra. Liz Morales Navedo