EL TIEMPO. RELOJ Y BRUJULA

Como dice Marcel Proust: «Los días son quizá iguales para un reloj, pero no para un hombre». Por eso, es necesario tener en cuenta a la hora de administrar nuestra vida no sólo el RELOJ sino también nuestra BRUJULA para navegar en el tiempo.

El RELOJ son las 24 horas que tiene el día. Y hay que diferenciar el tiempo ACTIVO (vigilia) del INACTIVO (sueño). También hay que distinguir entre tiempo REACTIVO, PROACTIVO, y OBLIGACIONES SIN VALOR. El tiempo REACTIVO son actividades que interesan a los demás y que no dependen de mi (Reuniones, juntas…). El tiempo PROACTIVO son las actividades que dependen de mí y son importantes para mí y prioritarias. Y las OBLIGACIONES SIN VALOR son las tareas diarias como lavarse los dientes, desplazarse al trabajo o la compra, lavar los platos, etc…

Por tanto, el tiempo PROACTIVO es importante que sea entre un 60% o un 80% de tu tiempo, que suelen ser 10 horas aproximadamente. Dentro de este tiempo PROACTIVO está compuesto por al menos 3 horas sin interrupciones ni distracciones donde lo dedicamos al aprendizaje y la creatividad, donde la CONCENTRACIÓN es fundamental. Además, dentro de este tiempo PROACTIVO hay que dedicar tiempo a DESCONECTAR con la familia, con cualquier actividad que nos saque del trabajo. Y el momento previo a la concentración es la RECONEXIÓN que es un momento de mindfulness donde nos preparamos para concentrarnos. Y, por último, el momento de AUDITORIA, que es control para saber en qué estás invirtiendo tu tiempo.

La BRUJULA está relacionada con el PROPÓSITO y los VALORES propios, ya que van a marcar el rumbo de nuestra vida, es lo que va a dar sentido a lo que hacemos. Se podría decir que es donde vamos a poner el FOCO. De modo que nuestra MADUREZ dependerá del alineamiento de lo que se hace con nuestro propósito y valores. Esto es lo que va a forjar nuestro CARÁCTER y SEGURIDAD en nosotros mismos, otorgará un sentido profundo de valía personal que aumentará nuestra autoestima. A esto se le llama SABIDURÍA profunda porque es nuestra perspectiva de vida, es lo que va a dar equilibrio a nuestro día a día. En el momento que nos salgamos de nuestro norte, de nuestro centro de gravedad, la brújula se vuelve como loca y nos encontramos desorientados y nos desequilibramos. La BRUJULA es el instrumento que nos genera la chispa, la energía que se libera y dirige el poder de hacer las cosas en Flow, es decir, de manera fluida. Así es que la BRUJULA marca lo que es importante para nosotros, subrayando las tareas PROACTIVAS de las REACTIVAS, teniendo la percepción de que el tiempo fluye, resultando agradable navegar por él persiguiendo nuestras aventuras aún entre tempestades y horas de sueño, porque los horizontes por descubrir están en nuestra mente y corazón de tal forma que mantienen nuestra moral alta ante las adversidades, no resultando para nosotros obstáculos sino oportunidades para aprender lecciones de vida que nos hacen ser más sabios y humildes. Al fin y al cabo, es tener la sensación de no querer morir sin intentar alcanzar nuestros sueños.