El todo es más que la suma de las partes

El todo es más que la suma de las partes

⏳ Ayer

Conozco a Daniel Jacinto Garzón Jiménez y a María Pérez García desde hace muchos años. Y casi siempre les he visto juntos. Entrenador y atleta han ido creciendo de la mano, compartiendo el paso por las diferentes fases de la vida. He tenido la suerte de ser testigo de esa evolución de manera cercana, compartiendo entrenamientos. Y he podido ver todo el sacrificio que han tenido que hacer para llegar a donde han llegado: sábados y domingos sin descanso, renunciar a pasar más tiempo con los tuyos, tener que entrenar haga frío o haga calor, largas concentraciones fuera de tu casa... Todo eso, desde muy jóvenes. Tanto, que ellos no han tenido una vida normal como la de cualquier chaval de pueblo, de salir, de estar con tus amigos, de tener tus vacaciones en verano...

Por eso, nadie podía sentirse más orgulloso que yo cuando les vi en lo más alto del podio hace dos veranos en el Mundial de Budapest, consiguiendo la victoria tanto en la prueba de 20 kilómetros marcha como en la de 35. Y un año después, en agosto de este 2024 que está a punto de apagarse, logrando la plata olímpica en el 20 y el oro en el relevo de los Juegos de París.

Las medallas han sido fruto de ese trabajo que he mencionado antes. Pero también de esa relación entre ambos. Entrenador y atleta, atleta y entrenador. Uno ha hecho mejor a la otra. No entenderíamos al uno sin la otra. Y viceversa.


⏰ Hoy

El martes por la noche tuve la oportunidad de pasar un rato con ellos en los Premios Andalucía de los Deportes. De vuelta a casa, fui reflexionando sobre la importancia que tiene rodearte de los mejores. Creo que las medallas, los triunfos, los éxitos... en cualquier faceta de nuestra vida (no sólo el deporte) dependen no sólo de uno mismo, sino también de las personas que tenemos alrededor.

Jacinto y María alcanzaron la gloria mundial y olímpica los dos últimos veranos. Pero detrás de los oros ha habido muchos años de respeto, afecto y admiración mutua. Años en los que recíprocamente se han empujado, se han retado, se han apoyado. Ellos saben y son conscientes de que si el otro es mejor, eso es bueno para ti. He sido testigo del trabajo que han hecho como si fueran una sola persona, más que dos. Porque ambos eran un todo que tenía el mismo objetivo: la excelencia.


↪️ Mañana

Es una bendición poder rodearte de los mejores. Sentir que quienes están a tu alrededor elevan tu trabajo. Que puedes aprender de ellos, para llevar tu talento y trabajo a un nivel superior. Y, lógicamente, que tú también puedes aportar lo mismo a los demás.

Hay empresas en las que se consigue y otras en las que no. Empresas en las que cada uno de sus trabajadores son líderes (en su ámbito) porque quienes tienen responsabilidades saben apoyarse en ellos. Y otras empresas en las que los que tendrían que ser líderes son mediocres que hacen peores a sus trabajadores porque tienen miedo.

Yo entiendo que el todo es más que la suma de sus partes. Y, por eso, como Jacinto y María, siempre voy a hacer lo máximo por hacer mejores a quienes están a mi lado y por aprender de ellos para ser mejor yo también.

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